IV

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Para no interrumpir el sueño de nuestro cachorrito, mi Chanyeol me llevo hasta el sofá del lugar. Se veía tan sexy con ese traje, con su sonrisa pícara y llena de orgullo.

Mis manos se deslizaron por su pecho hasta llegar a la cremallera de su pantalón, mordí mi labio y libere ese delicioso trozo de carne. Su pene rebotó al salir de su pantalón, era tan grande que llegaba más allá de su ombligo.

—Es tan bonito —, dije más para mí que para el. Su prepucio estaba recogido, podía ver a la perfección el color rosa de su glande, las venas a lo largo de su extensión. Un hermoso nudo antes de llegar a sus testículos.

Con una de mis manos acaricie su glande, use mi dedito para presionar en su orificio. Mientras mi otra mano daba masajes a sus bolas, sabía lo mucho que eso prendía a mi alfa. Mire su rostro notando como mordía su labio.

—¿Rico? — pregunté con voz infantil. Mi alfa gruño y elevo su cadera. Oh diablos, eso sí que calentaba a mi hombre — ¿Te gusta papi?

Chanyeol frunció las cejas, sus grandes manos se adueñaron de mi cadera, de forma ágil y hambrienta abrió mi chaleco y liberó mis hinchados senos.

Las características de un Omega cambiaban bastante al gestar, nuestras caderas se vuelven más anchas, nuestra cintura se hace más pequeña, sin importar el ser hombre o mujer nuestros senos se llenan de leche por lo que para un macho, como yo, dejamos de ser totalmente planos. Al principio es un poco doloroso, pero tener a un alfa obsesionado con chupar mis pezones me hizo no solo amar mi condición sino disfrutar de amamantarlo.

Apreté un poco sus bolas, siseo, mi culo comenzó a mojarse. Mordí mi labio y me frote contra su pierna tratando de calmar el enorme calor de mi cuerpo.

—Soosie.... Están tan hinchaditos —, le vi humedecerse los labios. Mostró sus calientes caninos y en cuestión de segundos lo tenía chupando de mi senito. Solté por un momento su glande para enredar mis dedos en su cabello.

—Ahh~... Si... Anoche papi jugó mucho con ellos, están hinchados y necesitados de ti.... Mmm como mi culito. Te necesito alfa.

Sus grandes manos se deslizaron desde mis senos hasta mi cadera, fue bajando mi pantalón y apretó mis nalgas por encima del boxer. Me retorcía de placer sobre su regazo.

Park Chanyeol era tan caliente, tan sexy, tan varonil.

—Solo la punta... Si meto todo querré anudarte y...

—Mmmm...media hora con el pene de papi dentro —, tome su carita. Hice un puchero y frote mis nalgas contra sus manos. — Preñame....

Sus hermosos ojos cambiaron de color a un ámbar fuerte, sonreí de forma inocente. Había despertado a la bestia y estaba totalmente dispuesto a contenerla.

Chanyeol rasgo mi ropa interior, metio dos de sus dedos a mi culo. Estaba tan húmedo que no sentí ningún tipo de molestia, mordí mi labio. Comencé a mover mi cadera en "S" empalandome en sus largos dedos. Comencé a masturbar más rápido su pene, mire hacia abajo notando ese delicioso presemen deslizándose desde la puntica hasta la base.

—Omega.... Eres un jodido pervertido.

Sonreí, lamí sus labios dejando caer mi saliva en su boquita. Asentí. Solté su pene para llevar algo de ese presemen a mis pezones, los masajee frente a su atenta y hambrienta mirada, no detuve mis salticos sobre sus dedos, en cambio, me encargue de dilatar y luego apretar sus dedos.

—Yeol... Vamos... mételo, alfa. Lo necesito. Te necesito. Mmm preñame, lléname de semen. Anudame. Haz de mi un jodido desastre.

Mi esposo mordió su labio, luego chupo mis senos, emitiendo un delicioso gruñido. Saco sus dedos, antes de que pudiera quejarme sentí su glande presionar mi agujero. Desesperado como estaba fui bajando por su extensión, me deje caer por completo.

—Soosie.... Mierda amor, estás tan caliente y húmedo.

Temble. Su tamaño no era cuestión de chiste. Hundí su rostro más contra mis senos, los frote en su carita  manchandola de leche y mordí mi labio empezando a dar pequeños saltos.

—Mmm...si.... Estoy así por mi alfa. Verte tan rudo...tan serio... Oh joder.... Ese traje... Soy débil Park Chanyeol, soy un Omega enamorado de su alfa y verte así solo causa un desastre en mi cuerpo.

Moví mi cadera en círculos, deje caer ligeramente mi cabeza hacia un costado. Jale su cabello para que me mirara el rostro.

—Soo... Eres hermoso —, me sonrió. Mordió mi pezón, chupo la leche que salia.

Mi lubricación era particular, había sido algo que me había generado un trauma en mi adolescencia pues en los celos me mojaba tanto que todos los días debía lavar las cobijas y a veces debía ponerme unas toallas especiales para no mojar mi ropa interior.

Pero bien dicen que la persona correcta amará incluso lo que odias,y eso había pasado con mi esposo. A él no le parecía desagradable, hundía habitualmente su rostro entre mis piernas y chupaba mi lubricante. No importaba que estuviera en celo o no, el amaba mi cuerpo y por supuesto que yo amaba todo de él, como el hecho de que su semen sea más espeso que el promedio y que incluso sin estar en embarazo la cantidad que dejaba en mi interior era tal que inflaba mi pancita.

—Mmm... Se siente rico... Anudame amor, anudame. Te necesito.

El sonido de besos, los gruñidos, el chasquido producto de la unión de nuestros cuerpos se adueñaron de la habitación. No sabía cuánto tiempo había pasado pero algo explotó dentro de mí cuando nuestros labios se unieron en un caliente beso.

Mis piernas temblaron, mi culo se abrió un poco más para recibir su delicioso nudo y sus manos apretaron más mis senos mientras llegábamos al orgasmo. Perfecto.

Su aroma a bosque me hizo jadear, pese a tratar de ser lo más silenciosos para no despertar a Dae era muy difícil contener mis gritos de satisfacción. Mordí su labio rasgandolo ligeramente, bebí de su sangre y sonreí cuando su espeso y caliente esperma fue llenándome.

Mire mi pancita que se hacía más grande, acaricie mi abdomen y frote mi rostro contra su cuello.

—Te amo... —dijimos al mismo tiempo, reímos y suspiré.

Estaba por fin en mi hogar.

BATTLESHIP|| ChanSoo [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora