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✭ Todos los créditos a; @--Cry--




・┆˚₊‧꒰ა ☆ ໒꒱ ‧₊˚┆・

Pasan las semanas y terminan por debutar; son Enhypen, y es... simplemente genial.

Sunghoon se siente así, en las nubes, cumpliendo un sueño. Cantando, bailando, y siendo reconocido por esto. Hay días que cansan, que al minuto de tocar el colchón ya cae dormido, pero no son tan malos. Solo descansa y al otro día ya está preparado para más.

Todos sus compañeros, hyungs y dongsaengs ya no son solo eso, ahora son amigos. Y en los que se puede apoyar cuando se siente cansado, porque siempre están ahí. Sobre todo Jake, ya que al pasar del tiempo Sunghoon deja caer esa barrera que le ponía a su hyung, no quiere evitarlo, no quiere luchar contra él.

Si no puedes contra él, te les unes. Y Jake es como una ola, una gigante, demasiado imposible para ir contra ella. Decide que sus pensamientos extraños hacia él tan solo deben ser algo pasajero, "un crush" por conocer a alguien tan genial, así que se deja llevar y comienza a considerarlo su amigo.

Pero luego, cuando ya había pasado mucho tiempo de su debut ocurre... esa estupidez, y no sabe de qué otra forma decirlo, porque es eso: Una estupidez, y por mucho que lo intenta no logra comprender como pudo crecer tanto.

Alguien comenzó con eso, y muchas personas los siguieron, algunos que se hacían llamar Engene, pero aun así lo dijeron: Jake no tenía talento, no era atractivo como los demás, y algo que a Sunghoon le sono casi como un insulto. Que deberían sacarlo del grupo.

Pocas cosas hicieron a Sunghoon enojar tanto que cuando vio la expresión de su compañero cuando se enteró de eso.

-No debe ser tan... importante -Jake intento sonreír mientras miraba la pantalla, pero más que nada lució como una mueca.

Todos los demás estaban incómodamente sentados alrededor suyo, Sunghoon temía de abrir la boca y no decir algo que pudiese ayudar a su hyung.

-No debes tomar atención a esos comentarios -Heeseung serio y con su voz apacible dejó su mano en el hombro de su amigo, dándole apoyo.

-Son comentarios sin justificación ni motivo -bufó Jay, claramente disgustado.

Así todos le dieron su apoyo, con sonrisas y palabras, menos Sunghoon, quien esperó hasta que todos se ocuparan en algo y dejaran el lugar.

Cuando esto sucedió y Jungwon fue el último en irse pudo observar con completa libertad a su compañero quien miraba con cierta pena el celular.

No se aguantó y lo arrebató de sus manos.

-No tomes más atención a ellos ni los sigas viendo -ordenó apagando la pantalla y dejándolo descansar en la mesa.

Shim asiente pensativo aún, le da una leve sonrisa que parece un poco cansada para luego volver a mirar el piso, el menor a su lado solo lo observa, dejando su enojo de lado y dando paso a la preocupación.

-Hyung, en serio, no tomes atención a esos comentarios. Son de gente que no sabe nada -se acercó un poco a él.

-Yo...¿Y si es verdad? Es decir, quizás no entrego todo lo que podría, podría esforzarme más y... -suspira con desgano.

Por un momento antes de actuar Sunghoon recuerda: alejarse de él, solo ser amigo. He-te-ro. Pero viendo esa mirada triste lo manda al diablo; quiere abrazarlo, quiere quitar cualquier rastro de cosas malas de él y hacer que sonría. Que ría, que haga ruidos raros. Que sea la simple luz feliz de Enhypen.

Toma el rostro de Jake y hace que lo mire directamente

-Tu eres genial, simplemente el más genial -comienza con voz fuerte y segura-. Eres el mejor bailarín del grupo, Jake. Incluso te tuve celos cuando te vi, porque lo haces con tanta pasión que... es lo tuyo -no cayó en cuenta cuando sus dedos comenzaron a acariciar el rostro ajeno, pero a Jake no le molestó y cerró los ojos dejándose hacer por las caricias -. No tomes atención a los malos comentarios, hyung. No lo valen, no para hacer que tu luz desaparezca.

Shim abre los ojos, observándolo con cierta confusión.

-Hoonie...

-No dejes que tu luz desaparezca, por favor...

Y ninguno tiene nada más que decir, Jake suspira y recarga su cabeza en el hombro del menor que sin hacerse de rogar lo rodea con sus brazos.

De cinco veces que Jake hizo a Sunghoon dudar de su sexualidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora