" Un mes estuvo Hugo en el hospital. Un mes en el que ella intentaba actuar como si no pasara nada y hacía de tripas corazón cada vez que él le hablaba o la tocaba. Intentaba sonreír, como si no pasara nada, pero, su estómago y las ganas de vomitar cada vez que lo intentaba, le decían que no siguiera por ese camino.
Cuando ocuparon el piso que les habían alquilado, para que vivieran en él como una pareja, Natalia sintió que todo su mundo se le venía encima. Hugo siempre se quejaba y se aprovechaba de su estado. No quiso claudicar en que durmieran separados e hizo todo lo posible para que ella estuviera con él en el mismo dormitorio. Estaban en dos camas, pero estaban juntos.
Una noche, casi de madrugada, Natalia se metió en la cama. Cerró los ojos intentando dormirse, pero, estaba tan nerviosa y tenía tantas ganas de llorar, que no podía. Todas las noches se maldecía por su mala suerte y se resignaba por ser una cobarde y no hacerle frente a su madre.
- Natalia –le dijo Hugo tocando su hombro. Ella se revolvió y se giró para encararlo.
- ¿Qué? –le preguntó con frialdad.
- Voy a poner de mi parte para intentar que todo salga bien y que intentemos recuperar nuestra relación.
- Iba a dejarte Hugo –le soltó ella para al instante, ver su asombrada mirada- no te quería. Ni te quiero. Ya sospechaba que me engañabas. Así que lo de Davinia no me pilló de nuevas. No me pidas que intente aparentar que no ha pasado nada, porque no es así.
- Pero cariño...
- No me llames cariño, Hugo. Que te quede clara una cosa, no estoy aquí porque quiera, sino, porque se ve que debo hacerlo. No me pidas más, porque no voy a dártelo -le advirtió ella para que tuviera muy claro lo que había.
- Natalia...podemos intentarlo. Te juro que las cosas van a ir bien, que van a cambiar.
-¿Cambiar? ¿a cuando te encaprichaste de mi y le dijiste a mi madre que o salía contigo o no construía los pisos de la ribera? ¿o cambiar a cuando me dejas en paz porque tengo 20 años y quiero recuperar mi adolescencia?
Natalia se levantó de la cama incapaz de seguir con esta farsa que amenazaba con destruir su paz mental. Tenía que hacerse a la idea de que esta era la vida que le esperaba en los próximos meses. Pero una cosa era claudicar, y otra, asumirlo tan alegremente. La rubia se puso sus zapatillas y caminó hasta abrir la puerta de la entrada para poder salir.
- Eres pésima en la cama. Aburres hasta una ostra. Mira que intenté enseñarte a follar, pero no has aprendido nada. Por eso tuve que buscar en otras lo que tú no me dabas –le escupió Hugo antes de que ella saliera por la puerta. Natalia se giró con todo la rabia y la frustración que sentía por él.
- Pues mira, me alegro que te aburra. Así no me buscarás nunca más"
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OVERTIME
FanfictionJuancho Hernán-Gomez vuelve a casa después de su paso por la NBA. Lleno de sueños e ilusiones, afronta la temporada con su nuevo equipo dispuesto a demostrar lo que no pudo hacer en tierras americanas. Natalia está cansada de disimular que todo está...