Tweek se encontraba en la casa de Craig, su corazón latiendo con fuerza en su pecho, mientras sus pensamientos revoloteaban como mariposas inquietas en su mente. La tensión en la habitación era palpable, una mezcla de emoción y nerviosismo que llenaba el aire.
Craig, notando la ansiedad de Tweek, rompió el silencio que pesaba en la habitación con palabras suaves y tranquilizadoras.
— Relájate, Tweek
Dijo con una sonrisa, tratando de calmar los miedos de su amigo.
—Será como besarnos... nada más.
Tweek miró a Craig con ojos preocupados y respondió, su voz temblando ligeramente,
—No es como besarse, Craig. Esto es diferente.Craig se acercó lentamente a Tweek, sus ojos fijos en los de su novio.
—Solo... déjate llevar.
Susurró suavemente antes de cerrar la distancia entre ellos y unir sus labios en un beso tierno y apasionado. Los labios de Tweek se encontraron con los suyos en un suave roce, y en ese momento, todas las dudas y preocupaciones parecieron desvanecerse en el cálido abrazo de su amor incipiente.
Lentamente, Craig continuó besando a Tweek con creciente pasión. Sus labios se movían en un baile apasionado mientras el deseo ardía entre ellos. Con cuidado, recostó a Tweek en la cama boca arriba, quedando él encima, sin romper el contacto de sus labios. Las manos de Tweek se aferraban a los hombros de Craig, una mezcla de deseo y nerviosismo que lo recorría. Aunque parte de él quería separarse, la sensación que experimentaba lo mantenía atrapado en el beso apasionado.
El calor entre ellos se intensificaba a medida que el tiempo pasaba, y Craig, sin dejar de besar a Tweek, deslizó su mano con suavidad por debajo de la remera de Tweek. La acción hizo que Tweek se separara abruptamente del beso, los nervios lo invadieron y sus tics se hicieron más evidentes.
— ¿Qué estás haciendo? —preguntó Tweek, su voz temblorosa y sus ojos buscando respuestas en los de Craig.
Craig se detuvo por un momento, mirando a Tweek con ternura y empatía.
—No te haré nada malo, Tweek. Solo quiero que te relajes y disfrutes.
Murmuró, dejando un tierno beso en la frente de su novio, buscando transmitirle seguridad y amor en medio de la tensión que los rodeaba.
Con manos diestras y suavidad, Craig deslizó la remera de Tweek por encima de su cabeza. Tweek, luchando contra sus nervios, alzó los brazos de manera cooperativa, permitiendo que la prenda se deslizara por su cuerpo. Craig observó a Tweek con admiración, maravillándose ante su piel pálida y suave que se extendía ante él. La tenue luz de la habitación destacaba la belleza de su amado.
Inclinándose hacia adelante, Craig comenzó a besar el cuello de Tweek, sus labios suaves y cálidos dejaron una estela de ternura en la piel de su pareja. El corazón de Tweek latía con fuerza en su pecho, un eco de la pasión que llenaba la habitación. Sus manos temblaban ligeramente debido a la mezcla de nerviosismo y deseo que lo invadía en ese momento.
Craig continuó con su recorrido de besos, trazando un camino de dulzura por el torso de Tweek. Cada beso era un gesto de cariño y deseo, y cada uno de ellos parecía encender aún más la pasión que compartían. En ese instante, las preocupaciones y los miedos se desvanecieron, dejando espacio para la intimidad compartida entre dos personas que se amaban profundamente.
Craig llevó sus labios a los de Tweek, juntándolos en un tierno beso que parecía contener todo el amor y la ternura que sentía por él. En ese momento, Craig quería que Tweek se sintiera seguro y amado, por encima de todo. Sabía que no debía apresurarse ni forzar nada, quería que cada paso que dieran en esta nueva etapa de su relación fuera un reflejo del cuidado y el respeto mutuo que compartían.