SINCE I SAW YOU [changlix]

27.

Sentía su cuerpo temblar, aunque no podía ver su rostro en ese momento sabía perfectamente que estaba rojo de pies a cabeza porque todo su cuerpo se sentía caliente, y se decía internamente así mismo que debía mantener su sonrisa porque el telón había acabado de subirse.

No debía borrar su sonrisa porque el interpretaba a alguien feliz y lleno de vida.

Un pensamiento fugaz pasó por su cabeza en ese momento y se enojó consigo mismo porque lo primero que hizo cuando el telón subió fue mirar si su madre estaba en su butaca.

Ahora sentía que había olvidado toda la coreografía.

Tal vez está en el baño, o su vuelo se retrasó un poco y por eso estaba llegando tarde, si.

Se dio ánimos a si mismo, tal vez estaba pasando una de las dos cosas que imagino anteriormente, o tal vez se había perdido entre los pasillos, el teatro era enorme, y para ser la primera vez de alguien visitándolo, podría resultar un poco difícil encontrar el escenario principal, asi como pasó con el, si no fuera porque una de las guías del teatro los había esperando en la entrada cuando todos los niños bajaron del autobús que los habia llevado, todos estuvieran esparcidos por cualquier parte del teatro, así que dio una gran bocanada de aire tratando de concentrarse y comenzó a bailar.

El show recién había comenzado y debía continuar.

A sala llena, no había quedado ningún lugar vacío, una de las cosas que llenaba de prestigio al teatro eran las importantes y excelentes presentaciones que se llevaban a cabo. Orquestas, obras de ballet, óperas, teatro, pasaban por un estricta evaluación para que pudieran presentarse en ese escenario, por eso cuando todo mundo se entero que por primera vez en la historia un grupo de niños de una academia de baile se iban a presentar, no pasó desapercibido por los ojos de nadie, ganando interes de las personas y especialmente del publico importante que asistían al teatro frecuentemente.

Gente con buena posición económica, ministros, empresarios e incluso gente que asistía por primera vez al teatro estaban reunidos para ver el espectáculo que acababa de comenzar.

Como lo practiqué..

Como lo practiqué..

Sonríe— se obligó.

A pesar de su corta edad, el pequeño bailarin sabía que una de las cosas más importantes que tenía que resaltar era el profesionalismo. Las situaciones, sentimientos o brumas que uno pasaba como ser humano tenía que dejarse atrás una vez que se haya puesto las zapatillas, estar en el escenario, interpretar un papel o bailar una suite era como ponerse una máscara, tomar una nueva vida para presentarla al mundo. Los problemas o sentimientos personales no deberían influir en su baile, asi que se obligó a sí mismo a dejar de prestarle atención al asiento vacio de su madre.

La obra había comenzado hace un par de minutos, Felix había comenzado con un relevé, comenzó a trotar por todo el escenario reencarnando y convirtiéndose en el campesino, viendo a sus compañeros bailar, yendo a sus posiciones, los cambios eran rápido, la música fluía como agua en río, todos tenían que ser prolijos, sus pasos caer en los momentos y tiempos indicados. El campesino brillante y con un sonrisa había llegado al pueblo.

El joven niño de corazón amarillo estaba dispuesto a hacer todo por ver al pueblo sonreír otra vez.

...

La audiencia mas exquisita estaba atenta a cada paso de los movimientos del solista, había muchos murmullos, gente que abría su boca de sorpresa mientas veía al solista ejecutar los pasos impecables. Los abuelos de Felix tenían los sentidos a mil por hora, sentían que el corazón se les podría salir en cualquier momento por la impresión y el orgullo que estaban sintiendo en ese momento, tenían los ojos dilatados, con una sonrisa mirando a su nieto mientras algunas lagrimas rebeldes se les escapaban por los ojos, su nieto había nacido para esto, y si antes lo tenían claro, ahora lo confirmaban totalmente.

Y aunque ellos estaban viviendo uno de los momentos más hermosos que la vida les pudo haber dado gracias al ángel que tenían por nieto, una bruma gris estaba creciendo en ambos al ver que su hija todavía no había llegado, faltaban algunos minutos para que la primera parte terminara antes del receso, y todavía seguía sin aparecer. La abuela de Felix volvió a mirar la butaca vacía y arrugó su nariz un poco frustrada, aunque seguía estando segura que su hija iba a llegar, se lo había prometido a su nieto.

...

Pirouette y después un retiré, el campesino volvía a insistir a hablar con el rey, seguía sin bajar los brazos..

El pecoso sentía gotas de sudor bajar por su cien, el traje comenzaba a quemarle la piel y se sentía húmedo, algo normal para el, pero no dejaba de ser incómodo. En lo que llevaba de la obra había visto esa butaca unas quince veces, tratando de moldear otra vez su falsa sonrisa cada vez que sus comisuras bajaban para formar una mueca seria por no ver a nadie ahí. Sentía arder sus pies, estaba por acabar la primera parte y podría sentarse a repasar la coreografía de la segunda parte, estaba asustado porque sentía que toda coreografía que había estado bailando por meses había desaparecido de su memoria en un segundo.

El joven niño campesino estaba mirando el campo de girasoles, admirando y llenándose de ellos, acariciando sus pétalos.

Teniendo un girasol de utileria que simulaba ser uno real y con vida, lo miraba con mucho amor y esperanza, acercó su nariz a olerla y dibujó una sonrisa en su rostro, las luces tenues del escenario se empezaron a tornar amarillas, apareció una puesta de sol y muchos girasoles de cartón comenzaron a aparecer en el escenario siendo que los demás bailarines comenzaron a salir de escena dejando al protagonista sólo con una puesta de sol.

La melodía acompasada seguía fluyendo con normalidad mientras que el bailarin seguía en su posición de admiración, oía la música, oía los latidos de su cabeza, oía su respiración acelerada mientras la luz tenue empezaba a apagarse y el telón comenzaba a moverse, pocos segundos para que la primera parte haya terminado.

Había cerrado el telón y la primera parte de había finalizado.

—¡Rápido! Necesitamos sacar todo para montar la siguiente escenografía... ¡Muevanse!

—¡Por favor traigan agua!

—¡Cambio de vestuarios ahora!

—¡Traigan a las de maquillaje!

Todo a su alrededor comenzaba a moverse de nuevo, gente yendo de un lado a otro corriendo y moviendo cosas, comenzaron a sacar de montones todos los girasoles que habían montado, había olvidado que eran de mentira. Tenía que salir de su papel, el pecoso sacudió su cabeza, antes de que el telón se cerrara por completo sus ojos habían pasado una vez más por aquella butaca que hasta su última vista, seguía vacía. Era el único que seguía en medio del escenario como cuando terminó, todos estaban cambiándose y preparándose para la segunda parte.

Comenzó a respirar aceleradamente, estaba tratando de calmarse. Debía estar ahí.

—Felix... ¡Felix!
—¿Felix, me escuchas?

Gracias, tengan una linda noche.