La vida no tiene sentido.
Durante años la humanidad se ha esforzado en encontrar la respuesta para la siguiente pregunta:
¿que significado tiene la vida?.
multiples filosofos dedicaron su vida entera a resolver esta duda y conforme pasaron los años todos fueron cayendo en la misma respuesta
"La vida no tiene sentido."
El ser humano no nace con un sentido fijo y aun si cree que esto es asi, no es mas que otro humano mas de todos los que poblan la tierra, nada nos hace diferentes y nada le da un valor especial a nuestra vida, por lo que solo importa el sentido y valor que tu mismo le pones a tu vida.
Hay personas que eligen vivir en nombre de la fe, tambien estan las que deciden vivir libremente en nombre del arte o incluso quienes deciden dedicar su vida a la ciencia...
Pero nuestro protagonista no siguio ninguna de estas razones anteriores, el decidio vivir bajo el yugo interminable de su corazon.
Cada vez que la veia sus sentimientos se descontrolaban con el deseo de apoderarse por completo de su cuerpo y en un impulso por conquistar su amor besar sus labios hasta haberse fundido con los de ella.. todo en ella le parecia diabolicamente hipnotizante, su cabello tan negro como el abismo, sus grandes y brillosos ojos que formaban unas tiernas arrugas cada vez que se enchinaban cuando ella sonreia, sus dientes que se le hacian tan trasparentes que parecia que la chica sufria de alguna deficiencia inmunologica, sus delgadas y asperas manos que se sentian como una lija cada que ella por accidente tocaba su piel. Todo lo que ella era, todo lo que la formaba, todo lo que simbolizaba queria amarlo, adorarlo, odiarlo y finalmente destrozarlo hasta que no quedara mas que el recuerdo de que ella alguna vez existio.
Su obsesion por aquella mujer era ante la vista de otros algo tetrico, sus amigos poco a poco se alejaron de el hasta el punto en el que ya no le contestaban las llamadas, su familia dejo de ir a su casa al ver en el estado en el que esta estaba, no habia un solo lugar que no le perteneciera a ella, incluso el mismo siempre estaba adornado por esa aura de control y posesion que ella desprendia, pero para el estaba bien, el estaba dispuesto a entregarle cada pedazo de existencia que aun de casualidad le perteneciera, sentia la necesidad de entregarle incluso su carne si esto iba a saciar la sed y el hambre de la mujer que amaba, de la mujer que adoraba.. su mujer, su bella mujer.
Sufría con cada lagrima que bajaba por la mejilla de su chica, sintiendose culpable al ser el causante de que ella se sintiera tan traicionada, espero pacientemente una acción de ella mientras se encontraba sentado en el sofa, el tiempo que cada vez era mas lento le corto la garganta impidiendole hablar para poder excusarse por su error, sabia los procesos mentales que ella tenia y por lo tanto sabia con seguridad que accion ella haría luego. Como si hubiera despertado luego de un coma de 10 años, de repente se encontraba con su cabeza siendo hundida bajo el agua de la bañera que el habia llenado y se habia metido voluntariamente como si de un suicida sonambulo se tratara. Fue ahí cuando la miro a detalle por ultima vez, su rostro se deformaba de la rabia, sus pomulos pronunciados dejaban ver lagrimas cristalinas cayendo por ellos, sus labios rojos por haberselos estado mordiendo, sus ojos rojizos e hinchados se arrugaban mientras que sus cejas se centraban en un punto fijo, siendo notable el enojo que esta sentia, se sintio feliz de ser la primera persona que ella habia elegido para hacer esto, sabia que no sería la ultima, pero eso no quitaba la alegria de ser el primero. Su corazon comenzaba a latir cada vez mas lento mientras que el aire se le escapaba de los pulmones y el agua se filtraba por su boca, su cuerpo se desesperada mientras su mente se mantenia calmada, en un momento, asi tan facil, la vida se le escapo del cuerpo, yendose a quien sabe donde, jamas siendo vista de nuevo. Su carne posteriormente modelaba en un plato exhibido como si fuera comida gourmet, ella lo devoraba con tristeza mientras que su llanto se intensificaba cada vez que abria sus ojos y veia el cuerpo de quien alguna vez fue su amado, bebio su sangre con cierto asco, sintiendose culpable de esto, por lo que no paro de beber. Aquel obsesivo chico se convirtio en nutrientes, que ella absorbio y mantuvo para siempre con ella, se unieron como nunca habian podido convirtiendose en una sola persona. El abrazo eterno que a ambos los envolvería.