Quiero Venganza

CAPÍTULO #3

CAPÍTULO #3

Seokjin llevo a Tae a la casa de jungkook para que le diera tutoría, Tae salió del auto, tras darle un beso en la mejilla a seokjin.

—bien tu puedes taehyung yo creo en ti— se dijo ha si mismo, dandose animos para tocar la puerta.

Pero antes de que tocará la puerta se abrió sola.

—oh porfin llegas, ¿que hacias ahí parado y no tocastes la puera? —pregunto confundido, Tae se sonrojo—bueno olvidalo pasa.

Dicho eso Tae paso ala casa, y era grande, era una casa muy linda para ser millonario no tenía una mansion pero si era un poco lujosa.

—que linda casa—dijo Tae viendo todo a su alrededor.

—oh gracias, es mia—dijo y Tae lo miro asombrado.

—¿de verdad?—pregunto aún asombrado.

—si era de mis padres —dijo con tristeza y Tae lo miro confundido—pero me lo regalaron, por mi cumple.

Jungkook se dio cuenta que Tae lo miro confundido haci que Sonrio, pero parecía más una mueca.

Tae se concentró más en la casa era muy linda, pensaba que el jamás tendría una haci.

—bueno vamos, ven siéntate y estudiemos. —tae sonrió y se sentó en el suelo, apollando su espalda en el sillón—¿quieres algo de tomar? —Tae negó con la cabeza.

Jungkook se sentó junto a Tae, y abrió su cuaderno, para enseñarle lo que no entendía.

—oh eso es muy facil—jungkook se río.

—quizás para ti pero para mí no

—oh perdón-dijo Tae algo apenado, no quería parecer un egocéntrico frente a jungkook.

—eres muy tímido ¿no es haci?

—solo un poco—jungkook comenzo a reír

—eres muy lindo sabes

—¿Que? —se sonrojo hasta las orejas, estaba como tomate.

—olvidalo, mejor enseñame

—ok

Taehyung comenzo a enseñarle a jungkook álgebra, con mucha dedicación, jungkook abrió los ojos.

—Aaaaa, —comenzo a reir—tienes razón esta facil.

—si esta muy fácil.

—explicas muy bien, me gustaria que fueras mi maestro.

—yo te puedo enseñar cuando tu quieras. —jungkook sonrió ladino, por su mente sucia.

—¿te gusta alguien? —Tae lo miro con asombro por lo que dijo.

—bueno hay un chico, —dijo tímidamente—pero creo que a él no le gustó.

—que tonto, el se lo pierde —Tae sonrió con tristeza—pero dime ¿ya le dijistes lo que sientes? —Tae negó con la cabeza.