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27 de abril de 1982

Más de tres meses habían pasado desde la noticia que le dio el doctor Park. Y aunque no se sintiera mal, la ansiedad de saber que algo malo le podía pasar repentinamente lo estaba dejando sin dormir. Jungkook solía acariciarle el cabello por las noches al ver que no lograba conciliar el sueño, pero lo que menos quería era que el menor se preocupara. Entonces decidieron comenzar su pequeña wishlist, ¿qué podía salir mal?

Si bien la primera cosa que pusieron en ella fue viajar a Japón, lógicamente no podían hacer eso en ese momento. Y las razones eran muchas y muy obvias. ¿Por qué? Porque esos lujos costaban muchísimo dinero, y cuando ellos decían muchísimo se referían en verdad a un montón. Pero eso no significaba que lo dejarían de lado, de hecho, cuando les sobraba algún billete, sea de mil, de cinco mil o de diez mil wones, los colocaban en un tarro, que antiguamente fue de galletas, en el fondo de su clóset. No habían contado la cantidad exacta de dinero que estaba ahí, pero si comenzaron esa lista al comienzo del año, debían haber alrededor de 300 mil wones.

La cantidad era bastante grande, y se podía decir que estaban cerca de alcanzar su meta, o quizás no tanto. Para viajar a Japón necesitarían al menos un millón de wones, y ese dinero cubriría ya todo lo que sería hospedaje y comida por al menos tres semanas. Si iban a ir, tenían que hacerlo bien, además, no había ningún apuro, así que no se presionaban tanto con ello.

Por el momento, habían estado acudiendo a bastantes ferias realizadas en las distintas provincias de Corea. Eran pequeñas ferias de música, y al quedarles cerca todos los locales en las que se presentaban, tomaban el tren hasta ahí y la pasaban unos días en esa ciudad. Estaban algo tranquilos ya que el periodo de clases aún no comenzaría, entonces no tenían que estresarse por eso aún. Aunque ambos chicos estaban seguros que no pasaría ni un día en el que volvieran a clases y ellos ya querrían estar de vuelta en sus tan amadas vacaciones. Bueno, ¿no era así para todos?

La feria de música se llamaba NoraeBam —lo cual se traducía como "canción" unido con "noche"— y el ambiente era bastante cómodo. Las puertas eran abiertas a eso de las 4 de la tarde, pero la música recién comenzaba a las 8pm, antes de eso, había pequeños puestos de comida y juegos para que pasaras el rato. Taehyung recordaría toda su vida la vez que a Jungkook le dijeron que tenía que golpear el círculo con todas sus fuerzas, pero él lo golpeó como si fuese un chico de siete años al ver el rostro del conejito dentro del círculo.

"Pero es que no puedo golpearlo si me está mirando." Había dicho, y el mayor sonrió ante eso.

O cuando conocieron a un niño que había perdido a sus papás entre la multitud y el pequeño le tomó la mano y el rubio se dio cuenta lo mucho que él también extrañaba a su papá. Así que, en lo poco que estuvo con el chico —el cual se llamaba Kangho—, aprovechó en comprarle los dulces que quisiera, porque sabía que los padres solían impedirle a sus hijos comerlos, pero era solo por un día y él también habría querido eso. Tal cual decía la gente, a los niños te los ganas con comida, el chico pareció olvidarse que estaba perdido y simplemente seguía a un muy alegre Taehyung por todo el lugar; hasta que, antes de que la primera banda se presentara, una señora de cabello corto marrón corrió hacia su hijo y pidió mil disculpas a ambos chicos por el inconveniente causado.

Cuando este festival hubo acabado, volvieron a Seúl y por unas semanas no hicieron mucho más que descansar, mirar películas con el reproductor de videos que les había regalado la Abuela Rin y cocinar de vez en cuando uno que otro postre —los cuales salían medios deformes, dados los increíbles dotes culinarios del mayor.

La madre de Jungkook había continuado escribiéndole cartas o intentando llamar a sus conocidos, pero de repente, a fines de marzo, dejó de hacerlo. Y por una vez, el pelinegro no se sentía responsable de ello, no sentía que debía buscarla. Al fin y al cabo, ella solo habría querido que le dé dinero, para quién sabe qué cosa. Quizás estaba mejor si simplemente no sabía nada de su vida. Además, ahora tenía otras preocupaciones, él podía ser menor, podía ser un poco distraído, pero sabía que algo raro ocurría con Taehyung. Él simplemente parecía estar apurado por todo, parecía no querer dejar de hacer cosas, e incluso a veces se veía algo cansado después de hacerlas, pero decía simplemente que se iría a acostar para poder hacer más cosas al día siguiente.

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⏰ Última actualización: Sep 04, 2023 ⏰

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The Last Wish | TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora