CAPÍTULO XIV. MADRE CONFABULACIÓN

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Las chicas ya estaban en su séptimo mes, a Rosé se le dificultaba moverse, levantarse de la cama ya lo consideraba un deporte, pero Jisoo estaba todo el tiempo con ella. Desde que hablaron las cosas habían mejorado. Rosé estaba más feliz, animada, Jennie me decía que la tristeza en sus ojos ya no la veía y ni hablar de los feliz que estaba Jisoo, aunque seguían en plan de amistad y seguían durmiendo e habitaciones separadas.

Jennie y yo, bueno, ya habíamos hablado, aclaramos muchas cosas, como lo de su ex, Kai, o como le decía, el tres letras. También lo de Sabrina, con quien por cierto no tenía ningún tipo de comunicación.

Jennie también confió en mí para contarme todo lo de su drama familiar, pues su padre la llamaba siempre y venía muy seguido, pero su madre por ningún lado mostraba preocupación por ella. Jennie decía que no le importaba, pero ella no podía ver sus ojos mientras hablaba de su madre, claro que le dolía y le afectaba.

Al pie de la letra ella seguía todas las indicaciones del médico, quería estar bien, pero ya estaba aburrida y eso la ponía impaciente y de mal humor, sí, un poco insoportable, pero en este punto, era mí insoportable.

- ¿Quieres salir conmigo? – le pregunté, ya no la quería ver así y le había preguntado al médico su la podía llevar al parque y me dijo que sí, siempre y cuando no tuviera que subir o bajar escaleras, no hacer mucho esfuerzo, afortunadamente, el edificio tenía ascensor.

- Sí, por favor. – me respondió como suplicando y con un puchero en su cara - ¿es una cita? – me sorprendió gratamente eso último, pues si bien yo intentaba no tocar el tema para que ella no se sintiera presionando o algo, sí habíamos reconocido que nos queríamos y claro, pasábamos casi las 24 horas de día juntas.

- ¿quieres una cita conmigo? – ella se sonrojó y asintió – tendremos una cita entonces. La llevé al parque en un día de picnic. Ella estaba feliz, reía, hablaba, interactuaba con los niños cuando se acercaban. Yo solo podía verla, la quería, me gustaba, yo me estaba enamorando de esa mujer que al principio me desagradaba.

- Gracias, gracias – me decía cuando llegamos al apartamento mientras me abrazaba – Lili – estábamos muy cerca, podía su aliento en mi cara y estoy segura que ella podía escuchar el palpito de mi corazón. Nuestros labios estaban muy cerca.

- Nini – acaricié sus mejillas y ella solo me miraba con esos ojos gatunos que me encantaban. La mire fijamente para pedir consentimiento y fue ella quien choco nuestro labios, sentir sus labios, sus carnosos y suaves labios con los que llevaba meses soñando.

- Lo siento – dijo rompiendo el beso. La acerqué más a mí y abrace su cintura, tanto como mi ahijado nos dejaba y la volví a besar. Ella estaba feliz y yo también.

POV JENNIE

Estar con Lisa me devolvió un poco de felicidad, estaba en un punto en que solo quería hacer lo que realmente quería, estaba ansiosa por tener a mis bebés y cumplir con esta etapa. Sentía que iba muy rápido o muy lento con Lisa. Los besos estaban siempre presentes, se acostaba en mi pecho y le hablaba a su ahijado, al igual que lo hacía con Rosé.

Rosé y yo decidimos saber que tendríamos, ella un bebé y yo dos niñas, estábamos felices, nos referíamos a ellos como los trillizos. También habíamos decidido comprar el apartamento en el que estábamos, sería un regalo para nuestros hijos, Lisa y Jisoo se emocionaron, todas teníamos una historia que contar de allí, había sido testigo de muchos momentos.

Me sentía plena, pero no podía negar que lo que pasaba o no pasaba con mi madre me afectaba. Lisa se había ganado a mi padre, siempre que venía le decía "te encargó a mi bebé" y ella le respondía "sí Sr. Kim", esa escena me daba un poco de vergüenza pero amaba a mi padre y sí, estaba empezando a amar a Lisa, no sabía que eso fuera posible, pero con Lisa lo era.

¡Queridas, intercambiamos a los niños! Jenlisa - Chaesoo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora