Cuando se llegaron las diez de la noche, los cuatro salieron rumbo al restaurante donde Jungkook había hecho la reservación. Jimin y Taehyung iban de piloto y copiloto, respectivamente, mientras que Jungkook y Nina ocupaban los asientos en la cabina trasera de la camioneta.
—¿De qué te estás riendo? —preguntó Jimin a su mejor amigo. Lo veía sonreír mientras tecleaba algo en el teléfono. Sospechoso.
—De nada en especial —le dijo con una sonrisa.
Jimin no dijo nada, solo volteó a verlo fugazmente, sabiendo que su amigo se estaba guardando algo importante.
Entraron al lugar y el pelinaranja quedó encantado con la vista. Era un lugar realmente bonito que daba un aura acogedor, exactamente como a él le gustaba.
El interior era espacioso, las paredes color crema estaba decoradas con cuadros de preciosos paisajes. Caminaron hasta la mesa que tenían reservada en compañía de la chica que los guiaba esa noche.
—Vaya, Jungkook, este lugar es precioso —dijo Jimin admirando a su alrededor. El lugar no estaba muy lleno y en el fondo agradeció eso.
—Yo le ayudé —habló Taehyung orgulloso. El pelinaranja volteó a verlo y le dio una palmada en el hombro.
—Lo sé, Tae, gracias.
Cada uno tomó su lugar quedando Taehyung y Jimin frente a Nina y Jungkook. De inmediato un joven llegó a entregarles el menú y pidieron su cena. Jimin estaba sorprendido al ver que la relación de Jungkook con Taehyung estaba avanzando poco a poco, quería verlos siendo amigos porque ambos eran importantes para él. No se imaginaba a Jungkook pidiéndole ayuda a su mejor amigo pero eso era algo que investigaría después.
—La cena tiene un propósito —dijo Tae viendo a Jungkook. Lucía nervioso.
—Claro —respondió Nina con una sonrisa juguetona—, sacar al jefe de su ratonera a respirar aire puro.
Jimin soltó una risa suave. Últimamente estaba demasiado metido en su trabajo, estaba pensando en hacer algunas mejoras a su casa de huéspedes y esos temas siempre absorbían demasiado de su tiempo y concentración. Además, aunque nadie lo sabía hasta ese momento, Yoongi ocupaba parte de sus pensamientos.
—Me gusta mi ratonera —se defendió Jimin—. Es mi lugar seguro.
—Pero mucho trabajo tampoco es bueno —intervino Tae esa vez—. Siempre has dedicado todo de ti a la villa, es bueno salir de la rutina algunas veces.
El pelinaranja asintió de acuerdo. Siempre que lo invitaban a salir encontraba la forma de zafarse diciendo que tenía cosas pendientes. La realidad era que no le gustaba mucho la idea de sentirse rodeado de demasiadas personas, siempre fue alguien que apreciaba la compañía solo de ciertas personas. Era un hábito muy arraigado el ser selectivo con las personas que lograban encontrar un agujero en su muro ya establecido.
La cena transcurrió con amena tranquilidad. Los cuatro se sumergieron en una burbuja de comodidad, hablaron sobre sus gustos y Taehyung aprovechó para contarles que estaba en pláticas para un nuevo proyecto de fotografía en el extranjero que consistía en capturar momentos precisos de la vida salvaje de diversos felinos. Todos se sorprendieron por el giro en la temática de las fotos del otro, pues estaba a punto de dejar de tomar fotos a modelos para sumergirse en la vida salvaje de los animales. Tae sonrió orgulloso cuando todos le felicitaron, pero Jimin no pudo evitar sentirse nostálgico al pensar que lo vería menos cuando se fuera.
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Después De Ti [Yoonmin]
FanfictionJimin huyó a la playa para alejarse del dolor de la traición. Diez años después el causante de su dolor aparece en la puerta de su casa de huéspedes. Diez años es mucho tiempo. ¿Que podría pasar? Octubre/2022