looking back

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Capitulo 1 “looking back…”

5 agosto 2003

-¿Porque lloras?- escuche decir a Kendall mientras entraba de un salto a mi habitación, por el balcón.

-No estoy llorando- mentí entre sollozos.

-Y que son estas lagrimas entonces?- Se sentó a mi lado, en la cama y seco una de las muchas lagrimas que se habían deslizado por mi mejilla.

-De acuerdo… si estoy llorando.- 

-Nadie debería llorar en su cumpleaños, y menos una niña tan genial como tu- Alcé la cabeza y me encontré con unos ojos bellos, rebosantes de preocupación y una sonrisa contagiosa que me hizo sonreír a mi también.

-¿Me dirás porque lloras?-

-si- llene mis pulmones de oxigeno, lo solté y me dispuse a a hablar –Es que, Hillary y su grupo de amigas, ya han dado su primer beso y yo… acabo de cumplir 12 y no he dado el mío; tal vez soy tan fea que— me interrumpió.

-Eso es mentira, tu eres un millón de veces mas linda que ellas. Además, eso no es motivo para llorar. ¿Sabes porque ellas ya dieron su primer beso, y tal vez muchos mas?-

-¿Porque son guapas?-

-No. Porque son unas zorras. Y tu eres 1 en un millón- reí ante su comentario y sus ganas de animarme mientras secaba las lágrimas que se habían mezclado en mi cara.

-Te contare un secreto… yo tengo 13 y tampoco he dado mi primer beso-

-¿y no te molesta?-

-No, ni si quiera pienso en eso. Pero si tu quieres dar el tuyo tan desesperadamente, hagamos esto: yo te concederé mi primer beso y tu el tuyo, pero luego de eso, seguiremos siendo los amigos casi hermanos que somos.-

-Harías eso por mi?-

-Claro-

Lentamente, el se fue acercando a mi hasta que sentí su respiración en mi cara. Pensé en los besos de película y novela que siempre veía en la tv y cerré los ojos hasta que sentí sus labios en los míos. El contacto como el de plumas y algodón, despertó una nuevo sentimiento en mí. Sentí miles de mariposas y abrí los ojos perderme en el estanque verde olivo que encontré en sus ojos.

-Feliz cumpleaños- dijo finalmente cuando nos apartamos.

5 años después…

Amelia! Amelia! Adivina que día es hoy- dijo Kendall abalanzándose sobre Amelia.

-Es navidad?- responde ella muy adormilada acurrucándose aun mas contra las sabanas tratando de volver a conciliar el sueño.

-Vamos Amelia! No me hagas tirarte un cubo de agua…- Amenazo el, poniéndose sobre ella con las piernas a ambos lados de su cuerpo.

-¿Que te esta pasando hoy? ¿Y que haces aquí a las– miro la hora en el reloj de la mesita de noche –10 am de un sábado?-

-Eres imposible! Hoy es tu cumpleaños 17! Vamos!- la tomo por los brazos y la paro de un jalón. –Felicidades, te quiero mucho- dio y la envolvió en un abrazo acogedor. Ella supo que era sincero porque Kendall no era exactamente, expresivo con sus sentimientos.

-Aquí esta tu regalo- Le dice el mientras le pasa una caja color morado con un laco dorado. Ella le quita el lazo con su sumo cuidado y ve la marca de la caja. VANS. Se apresura a abrirla y encuentra unos preciosos VANS morados pequeños “Vans” escritos en negro, vio que, adentro; en vez de decir VANS… decía Amelia.

-GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS! KENDALL.- Salto los zapatos de un grito y salto sobre el. Los VANS siempre han sido la obsecion de los 2 y en especial, esos VANS han estado torturándola por todo un mes. Pero ya no mas… porque Kendall se los regalo! Y tenían su nombre entero! Estaba tan agradecida y tan feliz al mismo tiempo que no supo que hacer.

-No hay de que, ahora bájate de mi espalda porque me vas a sacar un hernia!- Bromeo el, siempre bromeaban mutuamente y con Kendall siempre había algo de que reírse.

El uno para el otro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora