Tightrope. || Raura. || TERMINADA

Capítulo 7.

Pasé el resto del día con una sonrisa en mi cara, bromeaba junto a Sawyer y Ross en cada momento en el que era posible. Las clases se hacían divertidas y entretenidas, más que nada durante Matemática. Eso era raro, ya que me gustaba la matemática, pero no la disfrutaba completamente.

Llegó la hora del almuerzo, nos encontramos con Raini y mi hermano. Unos minutos después, se nos unieron Ross y Calum.

Había pensado mucho, y en mi cabeza se me hacía imposible que esos dos últimos fueran amigos, porque eran muy diferentes. Me bastó sólo con pensar en mi mejor amiga y yo, quienes éramos como agua y aceite, para notar la razón por la que eran tan unidos. Tal como nosotras dos lo hacíamos, ellos se necesitaban el uno al otro para complementarse, se habían elegido el uno al otro como hermanos del alma.

Estábamos los cinco sentados en una de las mesas rectangulares del comedor escolar, apenas tocando los raros engrudos distribuidos en nuestras bandejas del almuerzo, prefiriendo comer una fruta. Platicábamos entre todos, los temas más importantes del día abarcaron a la música y a los planes de la noche.

-¡¡Desire es la mejor canción de U2!!-había gritado Sawyer.

-Oh, por supuesto que no- le discutió Ross-. La mejor es Pride.

-O me das la razón, o no te permito salir con Laura-replicó mi medio hermano.

Mi compañero de todas las clases durante el resto del año estuvo a punto de acceder a su amenaza, pero yo me metí en la conversación.

-Vaquero, ¿te caíste del caballo? Yo decido con quién salir, no necesito tu aprobación -vi como Ross tomó una respiración para hablar otra vez, y, como anteriormente lo había hecho, no le dejé hablar-. No tan rápido, Lynch. Eso no significa que quiera tener una cita contigo, o algo así, no te conozco bien ni hace una semana. Y, para su información, la mejor canción de U2 es Where the Streets Have no Name.

El rubio sonrió, me rodeó por los hombros con sus brazos, y, dirigiéndose a los demás, dijo:

-Si la señorita Marano dice que esa es la mejor canción, yo estoy de acuerdo con ella -me miró y continuó-. Y si no accediste a salir conmigo es porque todavía no te lo pregunté.

-Bueno, basta de coqueteos -interrumpió Calum, yo no pude evitar sonrojarme- ¿qué haremos esta noche, chicos? Que sea un nerd amante de las computadoras no significa que no quiera salir a divertirme los fines de semana.

Todos reímos.

-Nadie discute eso, amigo, me he hecho cargo de tantas resacas tuyas, que ya perdí la cuenta-dijo Ross, quien seguía abrazándome- ¿A qué lugar podemos ir?

-No cuenten conmigo para ofrecer ideas- replicó Sawyer mientras se recostaba en su asiento, ubicando sus manos detrás de su cabeza-. Yo soy un chico campirano, esta jungla de cemento es desconocida para mí.

Solté una pequeña carcajada.

-Yo tampoco estoy familiarizada con lugares para salir a divertirse un viernes en la noche, al menos que les guste ir al cine a las seis de la tarde-les dije.

Raini negó con la cabeza, de manera casi burlona.

-Como siempre, pienso que necesito una amiga más fiestera-comentó ella-. Sin embargo, ya sé a dónde podemos ir. Está este club, llamado Puzles, conozco a alguien de allí y nos dejará entrar en un santiamén.

- ¡Perfecto!- dijeron a coro Ross y Calum. Mi hermano y yo asentimos de manera indiferente.

No tuvimos tiempo suficiente para establecer el horario de nuestro encuentro, ya que sonó la campana para volver a clases. Sawyer se dirigió junto a Raini y Cal hacia la clase de la señorita Collins que, por lo que había entendido, era la bruja más desalmada de toda la institución, pero mi amiga solía exagerar bastante con los detalles.