Lukanette - One Shot

Primera Vida

~Siempre estaré contigo, por más que duela la muerte, me reencontrare en todas tu vida y te conquistare nuevamente dupain.

Veía como unos cerezos caían sobre mi, escuchaba pajaros qué cantaban, una brisa suave, la corriente del río y al parecer es el comienzo de la primavera, mi estación favorita. Esto me traía mucha calma en mi corazón.

— Mi esposa, que estas haciendo tan sola - se acercaba el hombre hacia ella.

— Cariño, solo veía como caían los cerezos - sonríe suave - Y ya terminaste su trabajo, mi señor? - pregunta atentamente.

— Si, mi bella marinette, vine por ti, porque me hace faltas - la abraza de la cintura.

— Pero luka, nos vimos hace nada - saca una pequeña risa.

— Está bien, te confieso, soy un adicto a ti, me encanta mi esposa - Le da un beso en la mejilla y uno en los labios.

Luka mi único esposo, y mi mejor amigo desde pequeños, fue algo tonto en como nos conocimos, pero a la vez fue el mejor día que nos conocimos y nunca soltamos nuestras manos, yo ya sabia que el es el amor de mi vida.

— Si madre, iré al campo — dice una pequeña peliazul con ojos zafiros, qué llevaba una canasta en sus manos.

— Está Bien cariño, ten mucho cuidado en el camino - dijo sabine desde el otro lado.

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Marinette

Iba caminado para el campo, para poder ir a recolectar frutas para mi familia, de paso me gustaba ir mucho al campo, porque solo se oía los pájaros al cantar, la corriente del río, como sentía la brisa en mi rostro, amo tanto esos detalles, mientras disfrutaba recolectar frutas, oi un llanto que provenía por el río, tal vez era mi imaginación, pero fui a comprobar que era, hasta que

— Niño, estás bien? - dijo la peliazul preocupada, mientras esperaba una respuesta de él, el no respondió, hasta que marinette ve la mano de él sangrando y ella se acerca a él - No te haré daño, al parecer caíste de algún lugar y te lastimastes - mientras agarro un pedazo de tela que tenía en la canasta con sus frutos, y el pedazo de tela la en volvía en el brazo del niño.

— Soy Marinette Dupain Cheng y tu como te llamas? - le regala una sonrisa.

— Me llamo Luka Couffaine - dijo con una voz temblorosa.

— ¡Oh! Al parecer eres de un continente vecino, por tu apellido - el asiente afirmando lo dicho por marinette - que estas haciendo en un continente como este?

— Mis padres quieren una mejor vida, así que quisieron venir aquí, conmigo y mi hermana - dijo un poco más confiado.

— Entiendo... Si quieres una amiga, aquí estoy yo, te ayudaré en lo que sea - sonríe - Aceptas? - extiende la mano.

Luka

Desde que la vi ayudándome, me entró sentimientos, que no había sentido antes, me puse hasta tímido, pero es muy hermosa y con un gentil corazón, espero que sea mi compañera de vida.

— Acepto - le acepta la mano.

— ¡Bien! Vamos, salgamos de aquí luka - se levantan y marinette le agarra la mano para irse con el.

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— Esposa mía, estoy feliz - dijo luka con una sonrisa abierta.

— Dime porque esposo mio - dijo con una sonrisa mientras lo abrazaba.

— Recuerdo, perfectamente cuando éramos niños y como me ayudaste, de ahí supe que te haría mi esposa - dijo satisfecho con su respuesta.

— Pues hiciste bien en conquistarme, porque no me imagino una vida sin ti - dijo marinette viéndolo mientras tenía un brillo en sus ojos.

— Te amo tanto - dijo luka feliz.

— Ese te amo, va para tres personas también, no? - dijo matinette con una sonrisa tímida.

— Espera... Amor - a luka se le pone los ojos llorosos - Vamos agrandar, más la familia? - marinette asiente feliz, en eso luka la toma y la alza por emoción - Te amo, eres lo mejor que me ha pasado - la baja y se pone en cuclillas y le da un beso en el vientre de Mari - Más bien los amo a los tres.

- Te amo luka, gracias por ser un gran hombre - le da un beso en los labios.

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Narradora

Después de esa sorpresa, los dos estuvieron más que inseparables, luka era muy protector con marinette durante su embarazo, también le cumplía cada antojo, y la sentía hacer su reina, cada momento fue especial y hermoso en como los dos pasan juntos.

— Bueno.... ¿Qué nombre le ponemos a los mellizos? - dijo marinette después de dar a luz.

— Emma y Hugo, te parecen?

— Si, me encantan - dijo marinette un poco adolorida, pero feliz, por tener la familia que siempre ha querido.

Y pues así termina la historia de ellos dos en su primer vida, llegaron hasta adultos mayores, hasta morir juntos, también disfrutaron mucho con sus hijos y fueron felices.

Que pasara en su próxima vida y como reencarnaran.

Nos vemos! en su segunda vida.