Cap. 2

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Me encontraba en el bosque, de noche... Solo la luna y las estrellas brillaban. No tenía escapatoria, los enemigos me tenían rodeada. Mis salidas estaban tapadas. Ya no tenía a donde correr.

Poco a poco se acercaban a mí, me gruñían y me miraban fijamente.

Uno de ellos se abalanzó sobre mí y me quitaron el collar... Si lo quería devuelta tenía que luchar, así que mi ropa se convirtió en un blanco y suave pelaje, mis garras brotaron, y mis ojos azules brillaban. Me empezaron a atacar, también lo hice y tomé de nuevo el collar. Lo tenía conmigo, en mi boca. Miré hacia los lados para ver en qué dirección podía huir. Y al fin, encontré un espacio entre dos de ellos, de esos lobos enemigos... Corrí rápidamente, me perseguían como Derek y los demás. Mientras corría pensaba "no entiendo porque demonios tengo que lidiar yo sola con todo esto..."

De pronto escuche unos llantos. No de bebé, ni de adulto. Era de una adolescente... Me acerqué poco a poco...Lloraba bajo un árbol con la cara tapada, abrazándose a si misma. Algo en ella se me hacía familiar. Y cuando estaba a punto de hablarle desapareció...

¡Qué demonios!, ¿Acaso era un fantasma?. Pero a mi se me hizo familiar...

Me atacaron por la espalda, caí y no tenía ni la menor idea de que me pasaba...

Solo sentía que me quitaban el collar y me arrastraban hacia un lugar. Mis ojos se cerraban, el llanto volvió, y se veía la figura de esa chica... No podía asimilar bien debido al golpe que me dí al estrellarme contra el suelo. Y cada vez mis ojos se cerraban más...

Desperté alterada, sudando y junto a la ventana. Fue un sueño, ¡un sueño raro!.

¿Acaso me quiso decir algo?... Mi respiración era un poco rápida y tenía calor...

-Despertaste.-Dijo Alejandra.

-Am, si...

-¿Qué tienes?.

-Nada, solo...una pesadilla.

-Oh, entiendo. Yo un día soñé con hombres lobos...

-¿A qué te refieres?.

-Vi una película sobre ellos...Y si yo me llegara a encontrar con uno... Simplemente me alejaría, pues no quiero ser comida.

-Pero y si...uno fuera amigable. ¿Qué harías?

-Abrazarlo...adoro a los lobos pero mamá dice que no me acerque mucho. 

Sonreí. 

-Tal vez logres encontrarte con uno. 

-Si, eso espero... Cambiando de tema, mi mamá preparó el desayuno, yo ya desayuné y ella igual, solo faltabas tú, pero no quisimos despertarte.

-Oh, ahora se me pasó despertarme temprano.

-Bueno, si quieres baja y verás el desayuno en la mesa, solo hace falta calentarlo.

-Claro, gracias.

Abrí la puerta y bajé hacía la cocina.

-Buenos días señora.

-Buenos días Alison. ¿Cómo amaneciste?.

-muy bien gracias, ¿y usted?.

-Igual, ¿te caliento el desayuno?

-No se preocupe, yo le ayudo. 

-No, descuida. Yo la caliento.

-Gracias.

.¿Y como sigue tu herida?.

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