Una Bala Directo al Corazón - Camren

Capitulo XXXIII

La operación, a pesar de haber durado alrededor de unas seis horas y medias, fue todo un éxito y Lauren salió victoriosa de ella, se mantuvo en terapia intensiva  parte del día y toda la noche para monitorear mejor su recuperación, al día siguiente muy temprano por la mañana fue llevada a su habitación en donde todos la esperaban con emoción y dicha, sus oraciones habían sido escuchadas y volvían a tenerla con ellos.

Lauren abrió poco a poco sus ojos y lo primero que miro fueron esos café llenos de brillo, Camila la observaba con atención y una sonrisa nerviosa, la inspectora con dificultad dibujó una sonrisa en su rostro y estiró su mano ofreciéndosela a la Cabello, quien sin dudar la tomó y besó con felicidad.

Mientras... estaba anestesiada en la operación... tuve un sueño - dijo casi en un susurro.

¿Que soñaste cariño? - le preguntó con interés la Cabello.

Que eras mi esposa.

El corazón de Camila comenzó a latir con fuerza, aquello jamás se lo esperó y no tenía idea Lauren de lo que causaba en ella, una felicidad plena la consumió en ese momento, estaba perdidamente enamorada de ella y no había otra cosa que quisiera más en el mundo que ser suya completamente, llevar en su nombre el apellido de Lauren se había convertido en su nueva ilusión.

Espero que sea un sueño revelador - le dijo con alegría.

Luego de aquel momento romántico, la familia y amistades más cercanas de Lauren comenzaron a llenar el ambiente, alegría por doquier impregnaba en el ambiente, pero la atención de la inspectora estaba puesta en Camila, desde que salió de la operación y el doctor le dio aquella noticia, solo pensó en la Cabello y contarle lo que había cambiado en ella, espero el momento indicado y cuando todos fueron saliendo de la habitación, pudiendo así quedar a solas con ella, empezó a relatar lo que había pasado.

¿Como te sientes respecto a eso? - le preguntó Camila con tristeza en el rostro.

Estoy feliz porque no veré la regla nunca más en mi puta vida, eso se celebra - le dijo con una sonrisa.

Lo... - le reprochó- no podrás tener hijos, eso no se celebra amor.

Mande a congelar mis ovulos, Camz.

Aquello cambió completamente todo, volvía Camila a estar feliz, por lo menos había una posibilidad de que Lauren dejara una semilla en el mundo, y solo pudo imaginarse llevando en su vientre el hijo de la ojiverde, o mejor dicho, el hijo de ambas.

Eso lo cambia todo, podremos tener un hijo juntas, sin duda alguna lo llevaré en mi vientre y lo amaremos muchísimo - le dijo, tomando la mano de la ojiverde.

¿Estás hablando en serio?

Nunca había hablado más en serio en mi vida, quiero una historia sin fin contigo, quiero tener hijos contigo, quiero vivir contigo, quiero llevar tu apellido en mi nombre y quiero envejecer a tu lado.

Lauren la miro con una sonrisa en su rostro, no había dudas al respecto, Camila era la indicada, ahora y por siempre.

La recuperación de la inspectora fue un éxito, se mudó a casa de Camila y recibió los mejores cuidados de la mano de esta y de una enfermera que contrató para que pudiera monitorear mejor el estado de su chica, Rebeka iba regularmente a casa de la Cabello para también cerciorarse de que todo marchaba bien; y así fue, luego de muchos meses de descanso, pudo por fin volver a la rutina, deseando con todas sus fuerzas regresar nuevamente a sus labores.

Pues en vez de pensar en regresar nuevamente a la oficina, porque no vamos pensando en que haremos tú y yo ahora - le reclamaba Camila.

Pero, ¿hacer que?, cariño.

Quiero que formalícelos nuestra relación.

Lauren coloco los ojos en blanco, era la tercera vez en lo que iba de día que Camila le reclamaba sobre aquello, estaba más que claro que las cosas iban en serio con ella, la amaba, vivían juntas, y le había prometido que se casarían, pero lo primero que tenía en la mente la inspectora era ordenar nuevamente su vida, había regresado a la vida y las cosas debían tomar su lugar para poder avanzar mejor.

¿Es que acaso te cuesta mucho esperar un poco?, joder que te he dicho que si, lo haremos, nadie más que yo lo desea, te amo y estamos viviendo juntas, firmar un simple papel puede esperar. - le dijo intentando no perder la paciencia.

Camita respiro profundo, entendiendo al instante que agobiar a la Jáuregui no lo mejor que podía hacer ahora.

Lo siento cielo, tienes razón, es que no quiero perderte, siento que voy atarte a mi si nos casamos - le dijo, haciendo pucheros y tomándola por la cintura atrayéndola a ella.

Lauren no pudo evitar esbozar una amplia sonrisa y dejar escapar una carcajada, las ocurrencias de Camila siempre le hacían mejor sus días, dentro de sí, al igual que la Cabello, se moría de ganas por hacerla su esposa y envejecer a su lado.