Helpless but dangerous

Capitulo 2| ¿Libertad?

Al día siguiente, tal vez, la noción del tiempo me había abandonado hace horas, pero al tal vez al día siguiente, vinieron como me lo prometieron. Respire hondo, muy hondo cuando oí los mecanismos. La cortina de lava bajo y la plataforma hizo ruido y traqueteó cuando se acercó a la caja de obsidiana. Yo me quede muy quieto en la esquina en donde estaba, donde me había quedado desde ayer. Quackity dio un paso primero, después Phil y después Sam pero me sorprendió..., o tal vez me perturbo ver a Sapnap dar un paso de atrás hacia el flanco derecho de Phil, ignorando olímpicamente a Quackity, por supuesto.

Sin decir nada, Sam y Quackity se acercaron y sin aviso me encadenaron, eran cadenas gruesas, tan pesadas que tiraban de mí hacia el suelo y rechinaban cuando se encontraban unas a otras, haciendo un persistente chirrido escandaloso cuando las arrastraba para intentar moverme. Intente dar un paso pero solo pude mover el pie unos cuantos centímetros. Estaba desnutrido, muy mal, demasiado, en tal estado que estaba en los huesos, pero a ellos no les importo, ni siquiera lo notaron. Me sacaron a rastras de la prision, el camino fue silencioso, demasiado tenso que hizo que mi corazón comenzara a temblar de verdad. Parecía un verdadero prisionero y era un prisionero. «Que bonito», pensé para mis adentros mientras Sam me jalaba con tosquedad hacia la plataforma movible.

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Al salir de la prision, al ver el lago, el cielo azul y las nubes esponjosas di un respiro, uno largo, profundo mientras relajaba un poco la rigidez innecesaria de mis hombros. Me duro tan poco ese sentimiento que volví a desear haberme quedado en la prisión cuando volvieron a tirar de las cadenas para apurarme a moverme más rápido debido a que me había quedado parado como estúpido, apreciando el mundo limpio, casi puro y fresco. Intente ignorar todo el camino los comentarios sarcásticos de Quackity o las miradas constantes nada disimuladas de Philza y Sapnap mientras caminábamos —corrección, mientras me seguían arrastrando y tirando de mi—. Llegamos a la entrada de la casa comunitaria, era diferente, más... bonita y linda a comparación de su primer diseño que... No importa. Me acarrearon hasta el interior, me sentaron en una silla y me quede ahí mientras observaba con cierta ansías a mí al rededor. Vi a todos, todos aquellos a los que una vez me miraron con temor y horror, los que alguna vez fueron mis amigos. «Que asco».

—Ya que están aquí —habló Sam a nadie en particular—. ¿Alguna novedad?

—No aún —espetó Nikki mientras acariciaba las palmas de sus manos en un tic nervioso o algo así—. Pero aparecieron más grietas, más mods y...

No termino la frase porque me diviso al otro lado de la sala, detrás de toda la multitud. Me vio directo a mi otra cara, a la de porcelana y que siempre, siempre sonreía. Yo no me inmuté ante eso, parecía un muñeco sin vida en ese conjunto andrajoso y hecho jirones de la prisión. Después, Nikki desvió la mirada a Phil, quien estaba detrás de mi, haciendo que ruede los ojos por detrás de la máscara.

—Y hay algunas construcciones están cayéndose a pedazos. —concluyó Sapnap al lado de Karl, sus anillos de compromiso los delataban. Ahogue un sonido de confusión y evite ladear la cabeza mientras hacía una nota mental.

Todos se veían tensos, con rigidez en sus rostros y con una incomodidad palpable en sus ojos. Me quede en mi propio mundo a mitad de la reunión, todo me daba vueltas y me sentía agobiado mientras poco a poco me derretía sobre la silla bajo las cadenas tan gruesas y pesadas que estaba seguro de que me estaban dejando la piel sensible y al rojo vivo de irritación.
Lleve mi cabeza hacia atrás para después suspirar, de fondo escuche a Phil.

—¿Dream? ¿Estas bien?

No. No lo estaba.
Se me fue la voz y no pude responder, los demás seguían hablando y escuchaba el murmullo venir de todas partes. No me prestaban atención. ¿Iba a dejarlos hacer esto? ¿Iba a obedecerlos antes de que ellos me dejaran libre otra vez? ¿Cuando carajo iba a ser eso?