Lu, tenía muy claro que es lo que quería en esta vida.
Había logrado terminar su carrera gracias ala ayuda familiar, desde pequeña había quedado huérfana de padre y había aprendido que en los hombres no había que confiar.
-Vaya cliché- se decía siempre que quería comenzar una relación con alguien, desgraciadamente las cosas para ella no salían bien.
Enumeraba en lista el tipo de relaciones amorosas que hasta ahora había logrado tener
Novios tóxicos
Novio Golpeador
Novio empalagoso.Y hasta ahí la lista.
Incluso enumero una donde estaban los chicos que le gustaba en su momento y que no había podido decir algo.
Rayos - pensó para si misma- había pasado por tantas cosas con su último novio que no se había parado a pensar si su salud mental no estaba dañada.
Una voz la saco de su pensamiento.
Tu sabes que no quieres compromisos, nada te gusta y nada te parece
Comentaba su hermana Berenice, la cual ya había tenido una tonelada de novios y no era la excepción ahora, transitaba por un noviazgo tóxico, de esos que te gusta que hablen por teléfono cada hora y que te la pases diciendo te amo.
No es que no me guste, no es que no quiera, aún no encuentro a quien dedicarle esa melodía que a mí me gusta, la persona que sabré será para siempre.
Claro y encerrandote la encontrarás? Decía su hermana.
Quizás, una sorpresa podría llegar a mi vida, no estoy esperando, simplemente me encontrará, se decía Lu a si misma confiando en esas palabras.
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SERA MARTE O TENGO QUE AMARTE
Genç KurguLu había conocido suficientes canciones en esta vida para saber que la persona amada sonaría a una melodía familiar. Marte tenía ya la suficiente edad para decidir seguir con su matrimonio o terminarlo de una vez por todas. Lo que ambos desconocían...