18. La última oportunidad

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📅 AL DÍA SIGUIENTE

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📅 AL DÍA SIGUIENTE

📅 MEDIADOS DE DICIEMBRE

Los labios de Juancho están de nuevo sobre los míos. Abro mi boca y siento como su lengua roza mis dientes. Me agarro a su cuello sintiendo sus manos como se deslizan por dentro de mi camiseta acariciando la piel desnuda de mi espalda.

- Juancho, tengo que entrar ya, y tú te tienes que ir a entrenar –su boca se desliza por mi cuello dejando pequeños besos que hacen que esté perdiendo el sentido. Echo mi cabeza hacia atrás dejando que su lengua recorra mi escote.

- No puedo despegar mis labios de ti –sigue diciendo mientras sus besos suben de intensidad.

- Oh, dios –me agarro a su cuello y esta vez soy yo la que le busca la boca besándolo enloquecida. Estamos en su coche, enfrente del estudio, besándonos desde hace un buen rato como si fuéramos dos adolescentes cachondos. O sin serlo. 

- Tengo que irme -le digo de nuevo, pero sus labios son tan tentadores que yo tampoco puedo apartarme de ellos. 

- Y yo –con desgana me aparto de su boca y pongo mis manos en su pecho. 

- ¿Te recojo luego?

- No te preocupes. Viene Andrea, voy con ella a su casa para supervisar las obras de la cocina -Juancho acaricia mi mejilla con suma delicadeza. Su boca se curva en una sonrisa y se acerca de nuevo, para darme esta vez, un corto beso. 

- Pues entonces nos vemos en casa de mi hermana.

- De acuerdo -asiento entusiasmada, y busco mi bolso para poder salir del coche. 

Voy a despedirme de él con un beso, que se convierte en uno más largo, incluyendo un pequeño mordisco de su labio superior. Sus manos vuelven a descender por mi espalda hasta agarrar mi culo y apretarlo bien fuerte. Un gemido sale de mi garganta. Mi lengua se enrosca con la suya besándolo con muchas ganas.

- Tengo que irme –le digo intentando recuperar el aliento.

- Lo sé –me contesta él medio riéndose- cuando lleguemos a casa, no salimos de la cama hasta que me vaya mañana a jugar.

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