📅 25 DE DICIEMBRE
📍NUEVA ORLEANS, ESTADOS UNIDOS
En mi mano, nuestra maleta, en la otra, a ella. Natalia bosteza ligeramente, llevándose la mano a la boca para poder disimular ese abrimiento de boca. Se acerca a mi cuerpo, apoyando su cabeza en mi brazo.
- El cambio horario no te sienta bien –le digo burlándome de ella.
-Nunca había hecho un viaje tan largo, la verdad -me admite restregándose los ojos con dos de sus dedos- desde luego, cuando me dijiste que nuestra primera cita sería especial, nunca pensé que me traerías a Nueva Orleans.
-Bueno, es que el McDonalds del barrio cerraba por Navidad -le saco la lengua y ella me da un pequeño codazo. Acerca su cuerpo al mío pasando uno de sus brazos por mi cintura.
En el avión apenas ha dormido, pues se sentía un poco incómoda. Solo cuando puso su cabeza en mi pecho, lo logró. Dice que este es su lugar favorito del mundo, cerca de mi corazón. Pues toda ella, es mi lugar favorito.
- ¿Dónde está Willy? Dijo que vendría a recogernos –Andrea arrastra una pequeña maleta mientras Mario mira su móvil detrás de nosotros.
Convencí a Natalia para venir a visitar a mi hermano. Ambos necesitábamos alejarnos un poco de Madrid, pues su madre apareció al día siguiente en el estudio buscándola de nuevo. Teresa le ha dicho que el resto de sus prácticas las hará supervisando la reforma de la cocina de Andrea, y hasta que no pasen algunos días, no quiere que aparezca por allí a ver si su madre se aburre y se larga.
Por supuesto, Andrea y Mario también se unieron a nosotros, algo que me ha hecho ilusión, pues desde este verano, no estamos los tres hermanos juntos. Y además, quiero que Willy conozca a Natalia, a la mujer que me hace feliz.
Buscamos a mi hermano entre la gente sin mucho éxito, hasta que, de pronto un grito nos hace levantar la cabeza hasta localizarlo.
- ¡Eh! ¡Los Hernángomez! ¡Aquí!
Willy se pone a hacer aspavientos con sus manos llamando la atención de medio aeropuerto. Andrea suelta su maleta y los pocos metros que le separan de él, los hace corriendo hasta arrojarse a sus brazos. Mi hermano la levanta y besa sus mejillas repetidas veces abrazándola bien fuerte. Verlos así me emociona. Ya echaba de menos a mi hermano.
ESTÁS LEYENDO
OVERTIME
FanfictionJuancho Hernán-Gomez vuelve a casa después de su paso por la NBA. Lleno de sueños e ilusiones, afronta la temporada con su nuevo equipo dispuesto a demostrar lo que no pudo hacer en tierras americanas. Natalia está cansada de disimular que todo está...