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Kyogo regreso a su hogar donde su esposa estaba preparando la comida mientras sus hijos estaban jugando en el jardín.

-Bienvenido ¿Te sirvo algo de...- la empujó a la cocina y se dirigió al closet dónde tiene el dinero para apostar- ¿No vas a quedarte?- el solo se va dejando con la comida lista- ¿acaso te vas a una misión?

Shizu es la esposa del pilar del viento, sabía de su mal carácter y sus vicios pero el solo la golpeaba cuando tenía mucho estrés así que cuando se toparon con el líder de los cazadores su vida mejoro. Kyogo le gustaba golpear y matar a los demonios fácilmente fue pilar aún que no tuviera dominado su respiración, el dinero que perdía en las apuestas era muy poco a comparación de todo lo que ganaba día a día sin embargo eso hizo que se alejara más de ella.

Intento verle el lado positivo sus hijos tenían una niñez sin golpes o hambre eso era suficiente pero ¿Estaba mal tener un poco de atención del hombre que ella eligió desposar?

-(Almenos dime cómo fue tu día)- lloraba en la noche mirando la puerta de la gran casa cerrada-( si quieres grita pero quédate conmigo)

Shizu siempre tuvo que ser alguien fuerte y valiente al ser muy pequeña muchos intentaron aprovecharse de ella más ahora que tiene a sus dos hijos aún que no sabía que el mayor de tres años siempre la oía sufrir.

La mañana siguiente

Kotoha seguía durmiendo en el patio cuando es atacada por un balde de agua kyogo había llegado y le molestó no verla despierta así que la levanto con agua del río, si ella pensó que el sería amable le demostraría que sería lo último que haría.

-A entrenar

Veía como se recuperaba en sacar el agua de sus pulmones cuando estaba mejor se levantó con entusiasmo.

-Si señor.

Lo sigue a pasos torpes y ella queda mirando el lugar a donde se dirigían, vio de reojo la finca de la mariposas, luego otra gran casa para finalmente llegar a una montaña la cual en su punta había una pista de combate.

-Primero, no soy tu maestro- le pica la cabeza a la más baja- segundo, no seré amable y tampoco darás vuelta atrás así que rindete ahora- kotoha temblaba pero sus ojos mostraban la desicion de continuar- bien, primer calentamiento sube a la cima...

-(No está difícil)- ella a corrido más que eso estaba apunto de tomar paso veloz cuando su espalda se siente pesada-(¿!he¡?)-perdio el equilibrio y se callo al suelo escucha la risa del pilar-Que acaba...

-¿Enserio creíste que sería tan fácil?-la levanta con un brazo- tienes una mochila de arena de más de 5 kilos- la veía tratando de sostenerse con el peso repentino- Voy a estar arriba hasta que sea de noche si no te veo haya arriba sabré que no puedes con el resto de entrenamiento.

Kotoha ve subir a kyogo hasta la punta de las escaleras ella no entendía por qué era tan brusco con su persona, ella le pidió ser su aprendiz para que le enseñará usar una katana ¿Que tenía que ver subir con arena en la espalda?

-(Debo lograrlo)- podría escapar pero no tenía un hogar que la esperara, tampoco era buena en las cosas y tenía adentro una vida que merecía un futuro-( ¿Que puedo perder? )

Era medio día y la chica de dieciséis años apenas si estaba en la mitad del recorrido, los primeros pasos fueron sencillos pero el peso de arena le hacía perder fuerzas por las piernas aún así continuo a paso apesar que ya creía que el pilar se había ido.

-Valla parece ser que te sobre estime- llego al último escalón sus ojos no creían el ver al sujeto bebiendo sake en la entrada del terreno- debí ponerte más arena, maldición

Ella solo se le quedó mirando mientras veía la luna en su punto perfecto el se quedó hasta media noche esperando su llegada.

-(Significa ¿Que cree en mi?)-sus ojos brillaron en pensar que el mismo hombre que no quería ayudarla también tenía altas expectativas

-(No debi aceptar el sake)- hace rato pensaba irse pero tanjuro le regaló una botella de licor favorito y no se dió cuenta cuando llegó la menor con el- Grmm...bien bien...quítate esa cosa ahora te voy a entrenar.

Lo de la subida en la arena era lo más difícil ¿Verdad?

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-¿Segura que no quieres hacerme perder mi tiempo?- veía ese cuerpo con moretones y suciedad por las tantas caídas que le hizo hacer- Esto es lo más fácil

-Yo...no tengo nada...- se levanta aún sintiendo su tobillo torcido- ni casa, amigos, familia y razones para vivir- toca su vientre de forma protectora-¡No te tengo miedo! Haré lo necesario para sobrevivir

-Ah...haz lo que quieras...- realmente esperaba que se rindiera pero esa fuerza de voluntad era muy testaruda- mañana empezaremos con tu habilidad de la espada, lárgate a la casa de esa mariposa.

-¡Si señor!

-¡No soy señor!

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Nuevo capítulo por qué quizás no publique mañana😃👌. 

La generación de plata (Doukoto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora