Capítulo II

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「Máxima」

[Sonido de grifo abierto]

   Mi nariz no dejaba de sangrar, al igual que mis labios. Moretones que recurrían mi piel desde mi ojo hasta mi cuello del lado izquierdo de mi cara. Mis brazos también con moretones...
—Que va...— Limpiaba mis heridas con un algodón mientras la sangre ensuciaba el agua que salía de grifo.
   Esa maldita vieja me las iba a pagar... Esto no se iba a quedar así...

———————————————————

[Sonido de alarma]

   Eran las 6:45am. Tenía que ir al instituto, pero no lo iba a hacer.

   Pasaron las horas, se hicieron las 13:21pm y yo aún no me levantaba de la cama, mi mamá me levanto a almorzar, pero no tenía ganas de comer.

   Simplemente me volví a dormir.

....

—¡¡NOO!! ¡¡BASTA!! ¡¡BASTA POR FAVOR!!—. Gritaba una chica a lo lejos.

[Sonidos de jadeos y sollozos emitidos de una chica]

   Ella no dejaba de gritar, no sabía dónde estaba, ni qué le estaba pasando.
   Corría por aquel pasillo oscuro lleno de puertas, abrí cada una de ellas buscándola, no sé por qué, pero necesitaba ayudarla.
   Me sentía muy cansada y sentida un dolor por todo el cuerpo...
   Otra vez la puerta al final del pasillo, sin embargo no salía luz como la vez anterior. Me acerqué sigilosamente intentando controlar mi respiración, pero estaba muy agitada y cansada.
   Una vez frente a la puerta asomé mi cabeza lentamente... Había una chica arrodillada en el suelo llorando... Cuando levantó la mirada hacia mí pude notar su rostro lleno de ematomas, su nariz y labio sangrando... Cuando me vio comenzó a gritar aciendome retroceder hasta chocar con el cuerpo de alguien... Mi respiración se detuvo y mi cuerpo se tensó, mi ojos comenzaron a derramar lágrimas y todo eso en tan solo un segundo... Unos brazos me envolvieron desde mi espalda, quise moverme pero ya era tarde, ya me estaba arrastrando por los pasillos hasta quien sabe donde...
   Lo último que hice fue gritar antes que todo se oscureciera de repente.

—No!.....—Desperté de repente mirando a mi alrededor. Un calor recorría todo mi cuerpo más un dolor en los ematomas...
   Estaba en mi cuarto, rodeada por la oscuridad a excepción de la luz de la calle que entraba por la ventana.
   Me tranquilicé controlando mi respiración y me levanté de la cama abriendo un cajón de una mesa de luz de donde saqué una caja de cigarrillos y un encendedor.
   Abrí la ventana y salí por la misma sentándome en el techo de la cochera. Era de noche y las calles estaban vacías. No se que hora serán, me quitaron el celular...

—¿Quieres compañía?— Rompió el silencio la voz de Frank.

—¿Qué haces aquí?— Fruncí el ceño y lo miré extrañada.

—No fuiste al colegio hoy, no respondiste mensajes, no estabas en el puerto... Demasiado raro, tenía que saber que te pasaba. — Respondió trepandoce por la muralla del vecino para subir al techo.

   Extendí mi mano para que él la tomara y poder ayudarlo a subir.
—Como puedo notar, no es que solo te quedaste dormida....— Mencionó acariciando mi mejilla.

  Corrí mi rostro separándolo de su mano.

—Que va... No importa.— Agaché la cabeza llevando un cigarrillo a mi boca.

—¿Quieres?— Le acerque la caja de cigarrillos abierta para que sacara uno.
—Está bien, fumaré contigo, pero sabes que estás cosas no me gustan.... Soy un chico sano.— El sarcasmo en su voz era evidente.

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⏰ Última actualización: Sep 19, 2023 ⏰

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