𝗜𝗻𝗲𝘅𝗼𝗿𝗮𝗯𝗹𝗲. ｢ SATOSUGU.

Dúo Problemático

Aviso: Contenido catalogado para mayores de edad, si no es de agrado, solo saltar el final del capítulo. Vocablo explícito. Mención de alcohol y otro tipo de consumos. No busco fomentarlo y tampoco lo apoyo, solo es un relato.

"Te encuentra de casualidad, te abriga como si te extrañara, y termina incrustándose en lo más profundo de ti"

- W. Moreno

Frío... Hace mucho frío. Parpadea despacio, ajustando sus ojos al oscuro lugar.

"¿Sigo en el sótano..?"

Frota sus párpados, sentía la mirada borrosa, también la garganta seca. Bosteza y se estira, dándose cuenta que a su lado ya no está Suguru. Extrañado bufa, incorporándose para sentarse. El frío suelo contra la planta de su pie desnudo le genera escalofríos. Se levanta y se estira perezosamente, no tenía ni idea de qué hora era.

Poco a poco y casi tropezando con cualquier cosa en su camino, el de cabellos blancos sube las escaleras. Una vez estuvo arriba y en el pasillo, se dio cuenta que probablemente era de madrugada, a penas y estaban comenzando a cantar las aves. La tonalidad de celeste suave comienza a pintar el cielo, cosa que le hizo marcar una mueca sobre su rostro. Ya no tendría mucho más tiempo para dormir. Bueno, tampoco es como si sintiera que lo necesitara.

Camina aún con pereza hacia la cocina, donde para su sorpresa, estaba Suguru, bebiendo algo de café y leyendo un libro. Satoru pasa por su lado, fingiendo no haberlo visto hasta llegar a la nevera, abriéndola para beber algo de agua. El sitio estaba a oscuras, el de cabellos negros se estaba alumbrando con una pequeña lámpara de luz amarilla portátil.

- Buenos días... -Suguru dice con su suave voz. Satoru cabecea, aún un poco adormilado-.

- ¿Te caíste de la cama..? -Pregunta Satoru, volviéndose a ver al otro chaman mientras bebe del vaso servido-.

- Satoru, gracias por los Buenos Días... -Dice ahora con una voz un tanto más firme-.

- Buenos días, Suguru... ¿Te caíste de la cama? -El de ojos cielo pregunta casi como en un pequeño berrinche-.

El de cabellos negros termina riendo, viendo al de cabellos blancos con ojos entrecerrados. Satoru no da su brazo a torcer. Bebe de su café y se acomoda sobre su asiento para poder ver mejor a su compañero- Puede ser... O solo ya estoy acostumbrado a levantarme temprano...

- ¿Qué hora es? -Aquel del vacío infinito toma asiento junto al contrario, recostándose sobre la mesa del comedor y bufando-.

- Son casi las seis de la mañana... -Responde con simpleza el manipulador de maldiciones-.

Satoru protesta en voz baja, haciendo muecas.

- Eres un vago -Suguru le dice con cierto aire de superioridad, o así lo sintió el de cabellos claros-.

- Me caes mal... -Dice de malas por la hora el albino-.

- Y tú a mí, vago -Suguru enarca una de sus cejas, burlón-.

Satoru chasquea la lengua, revolviendo algunos de sus cabellos.