Hoshi (Estrella)

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Dedicado a ttorisoon

Soonyoung seguía yendo y viniendo de Seúl a Maseok y de Maseok a Seúl. No era trágico, no era un sacrificio que le dolería cumplir, él realmente amaba ese lugar. La ciudad le parecía demasiado acaparada para él, quién siempre le gustó tener todo a la vista, por eso Maseok le parecía hermosa, seguía siendo moderna, sin embargo, podías conocer todo de ella y entender cada rincón con solo mirarlo. Es agradable saber que hay frente a ti.

De hecho, incluso, disfrutaba el viaje de ida y venida, mientras seguía siendo trainee para cumplir su sueño de ser una estrella. Le daba un espacio para respirar, para apreciar todo y, no es de sorprenderse, para practicar las coreografías y canciones en su mente. No solo debía poner en forma su cuerpo, si no también llenar su cabeza de pasos de baile y partituras.

Le encantaba, no era muy bueno en otras cosas, la escuela le costaba un poco más que a los demás, pero le encantaba jactarse del porqué le costaba; y es que era el tonto-del-kpop, sus apuntes estaban garabateados con posiciones de coreografías y con los coros de sus canciones favoritas, pero también habían dibujos de su familia, de su hermana especialmente, la dibujaba a menudo cuando lo regañaba por saltarse comidas, le gustaba imaginarla enojada y con humo saliendo de sus orejas.

Todo eso lo atesoraba en Maseok, la única razón para él de ir hasta la capital era su sueño de ser una estrella. Seúl era el banco del éxito y el estaba siendo un minero en busca del premio mayor, se ensuciaba todos los días, llevaba todos los días su cuerpo hasta el limite, solo por llevar el diamante de regreso a casa. Estaba comprometido. Quería ser el caballero de brillante armadura que protegiera su ciudad natal.

Aunque eso le costara horas de sueño y tiempos de comida, estaba dispuesto a ir y venir de Maseok una y otra vez.

Era un viernes. Al filo de las 2 de la tarde, el maestro de aula había dejado que sus alumnos partieran más temprano de lo habitual. A raíz de esos minutos extra decidió pasar por su casa para almorzar con su familia, no sin antes comprar unos cuantos pasteles de pescado con el dinero que le había sobrado de la semana, sabía que su madre tendría comida deliciosa ya preparada, pero no quería llegar con las manos vacías, puesto que muy probablemente no habían contemplado una cuarta persona.

No eran exactamente una familia rica, pero tenían una casa grande que era la misma que había visto crecer a Soonyoung, sabía de algunas cosas que iban mal en el negocio de su padre, pero su madre le decía que no debía preocuparse porque en Maseok nacen solo personas implacables, por eso debía confiar que su padre lo iba a resolver.

Tal vez por eso Soonyoung siempre intentaba poner una sonrisa en su rostro a pesar del acechante agobio que estaba detrás de su nuca, pero ser una estrella era más brillante que la ansiedad, por lo que ser el-tonto-del-kpop le ayudaba a ignorar a menudo las cosas que lo asustaban.

Con la bolsa de pasteles de pescado en una mano y la otra mano sosteniendo su mochila, decidió caminar hasta su casa, fueron 10 minutos en donde pudo apreciar las calles de Maseok de Namjangju con un poco de tranquilidad "quiero hacerla brillar más" se repetía entre los pasos.

Aunque a medida se acercaba a su casa, una impaciente taquicardia se estremecía en su pecho, detras de sus orejas tenía el sentimiento de que algo extraño había en el ambiente, lo ignoró por completo, asumió que era porque hace mucho no almorzaba con sus padres y su hermana, aseguró que eso era.

Sin embargo, al poner sus dos pies en la esquina opuesta de donde vivía pudo visualizar dos hombres altos entrando y saliendo de su casa, sacando cada cosa una a una.

Su corazón rugió y soltando la bolsa con los pasteles de pescado salió corriendo para detenerlos. El adolescente de 17 años se aferro a uno de ellos e intentó morderle el brazo, hasta que su madre lo detuvo y lo apartó.

Maseok (Hoshi one shot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora