2027
Nadie me podía ver, pero yo si los podía ver a ellos, era un ser invisible, completamente transparente, aun no podía creer lo que estaba pasando, veía a mis amigos llorar, a mi madre y padre, todas las personas que conocía estaban encerradas en un solo lugar, llorando por mí, inclusive estaba, el amor de mi vida, nunca pensé que llegara a morir a esta edad, tenia tanto por que vivir, quería tocarlos, abrazarlos, decirles que todo estaba bien, que pronto volvería, que regresaría y que ya no sufrirían más por mí, puesto que aun no era del todo de mi fin, tenia varias cosas por hacer.
Sentí muchas cosas al ver mi cuerpo en un ataúd, tenía un millón de preguntas en mi cabeza, pero todas se irían resolviendo mas adelante, sentí como mi cuerpo se elevaba hacia arriba, todas las personas que veía se alejaban más a más, me desesperé ya que no quería que me alejaran de ellas, quería que me dejaran un minuto más, mis lagrimas se empezaban a verse.
De un momento a otro me encontraba en una buseta, pero no había paisaje alguno, las ventanas estaban completamente tapadas, tampoco había chofer alguna, la maquina se conducía completamente sola, pero de algo si estaba seguro, era la misma buseta en la que conocí al amor de mi vida, eso me hizo pensar mucho mas en ella, en los momentos que pasamos juntos, pensé que de algún el destino nos había juntado y ahora nos estaba separando, lo único que quería era volver con ella, abrazarla y decirle que la amaba con locura, que siempre iba a estar ahí para ella aunque no me pudiera ver, nuestros corazones están destinados a estar juntos, pero por ahora eso era imposible, ya que yo estaba muerto, pero seria capaz de resucitar por ella, si eso pasa no dudaría ni un momento en hacer todo lo posible para volverla a verla, para seguir con ella toda mi vida.
Volví a despertar en otro lugar, en un departamento. Solamente traía unas bermudas, me pellizque para averiguar si no era un sueño, me dolió, lo cual significaba que todo era real, que aún seguía vivo, no había olvidado nada, tenía la memoria intacta, me levante apresurado de la cama, mire por las ventanas, estaba en un lugar completamente desconocido para mí, rodeado de un montón de edificios, pero algo si había cambiado. Fui al baño y me miré al espejo, era alguien completamente diferente, ya no tenia el mismo pelo corto, ahora lo tenía hasta las orejas, también tenia barba y mis ojos eran de un color verdoso, tenia muchas preguntas, miré la billetera y ahora me llama Sebastián, el nombre de mi vida pasada era Santiago, era un poco más mayor, pero aún seguía siendo joven.
Ahora tenia varias cosas que hacer, averiguar donde rayos estaba, segunda empezar a cantar ya que uno de los sueños de ella era conocer a su grupo de cantantes favorito, empezar a hacerme reconocer en la música, pero lo más importante era encontrarla y también a mi familia, decirles que aún seguía con vida.
Sentí una fuerte alegría, ahora estaba lleno de energía, no iba a dejar que nadie me quitara el amor de mi vida, luchare hasta el final, en el amor y en la guerra todo se vale.
Lo primero que hice después de darme una ducha, fue abrir mi computadora e invertirme una hoja de vida con los datos que conocía de este cuerpo, puse algo muy simple, me arregle y Sali a la calle a repartir mis hojas de vida en cualquier negocio, mientras caminaba logre deducir que me encontraba en Francia, pase horas recorriendo esas bellas calles, al menos no estaba en un lugar demasiado peligroso.
Por fin volví al apartamento, tenía muchos pensamientos y cabeza y los comencé a escribir en una canción
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Amor de buseta
Romance¿Estas dispuesto a empezar desde cero por la persona que amas? Sebastián un médico dedicado a los partos vive muy feliz con su trabajo, pero un día llega una mujer con la cual hablo en un viaje en bus, mientras su carro estaba en el taller, ambos en...