Los flashes de las cámaras me cegan por segundos entre cada una.
Una horda de periodistas ocupan todo el ministerio, el recibidor en dónde alguna vez peleó Dumbledore con Voldemort o donde los tres escapamos con suerte, está lleno. Está por reventar.Un espacio así de grande no debería ser capaz de verse así de chico y cerrado, pero lo logran con cada nueva tanda de fotografías.
Kingsley y algunos nuevos directivos del ministerio posan con grandes sonrisas, yo apenas y puedo hacerlo.
Lo que se me ha pedido debe de ser al equivalente a las tareas que Dumbledore le dejaba a Harry, al menos así lo siento yo.
Después de todo quieren que cuide de mi torturadora como si fuera de un niño mal educado.Las cámaras bajan y las manos suben en pedido de respuestas.
Un vacío se traga mi valor con cada movimiento de pluma en las libretas de los periodistas que alguna vez escribieron pestes de mí y de mis amigos con tal de vivir cómodos.-Es de mi agrado informarles- habla Kingsley haciendo callar a todos -Que su ministerio está en busca de cambios. Cambios que traerán una nueva época a nuestra comunidad mágica- nueva tanda de flashes, silencio una vez más -En esta búsqueda del progreso se puso una idea sobre la mesa. Un programa, lo que nuestra sociedad necesita- se calla. Mira a todas las personas delante de él, sonríe a su atención y continua -Es por eso de mi agrado el informar que el programa de rehabilitación Granger, entrara en vigor está misma tarde-
Las personas que acompañan a Kingsley aplauden, este me ve y guiña el ojo como si hubiera hecho una travesura que no debemos contar.
La prensa sigue con sus preguntas. Pero no las escucho, solo sonrió mientras pienso en que haré.
Kingsley fue claro al decir que el ministerio no me abandonará con esta tarea, pero es el mismo ministerio el que dejó que los sangre pura se salieran con la suya por años y el mismo ministerio que dejó la ascensión de Voldemort.-Señorita Granger- me llama la chillona y molesta voz de Rita Skeeter. Incluso con el odio sería incapaz de olvidar su tono. La miro y sonríe como solo alguien de su clase es capaz -¿Nos podrías contar sobre este honor? Específicamente ¿A qué se refiere con "rehabilitación"?-
Vaciló por momentos al sentir la malicia en cada una de sus palabras como el odio que me tiene.
Odio a Rita, y ella a mí. No la puedo culpar después de haberla encerrado todo ese tiempo y aun así quiero saltar al cuello de esta... Mujer.Por lo que reuniéndo todo el valor Gryffindor que me ha caracterizado es que debo encontrar la manera de no solo hacerla callar, sino que todos me amen.
-Con gusto responderé, señorita Skeeter- respondo con calma, como si estuviera respondiendo en una clase de la profesora McGonagall. A partir de ahora, sé muy bien. Que las palabras saldrán solas -El Ministro Kingsley y su junta ha confiado en mí una tarea en favor de nuestra sociedad. En lo que el castillo Hogwarts es reconstruido, yo cuidare y trataré de reincorporar a Bellatrix Lestrange a la sociedad-
Silencio. Las caras bajas que revisaban lo escrito subieron, no hay murmullos, no hay plumas moviéndose de arriba a abajo.
Solo hay caras sorprendidas, incrédulas y aterradas.
-No se deben de preocupar- termina Kingsley el silencio de segundos que se sintieron horas -Bellatrix no andará por nuestras calles, en su contrario. Hermione Jean Granger hará su trabajo en el mundo Muggle, despojada de su varita será la ex Mortifaga-
Cerré los ojos al momento en dónde Rita Skeeter hizo que su pluma se volviera a mover.
Ser amiga de Harry Potter hace que te acostumbres a ciertas cosas o que como mínimo sepas identificar algunas, y una de esas enseñanzas es el arder mediático.
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New World Coming
FanficEntre los escombros de lo que alguna vez fue Hogwarts se encontró una dañada Bellatrix Lestrange. Tras la búsqueda de cambio y un mejor futuro en la comunidad mágica, la nueva directiva del ministerio recurre a la persona que (a palabras de ellos)...