En otra dimensión

I

Era un maravilloso día soleado en el mundo de Minecraft. Todos los aldeanos hacían sus respectivos trabajos y los niños jugaban entre el barro pasándola de maravilla.

Por otro lado un castaño caminaba tranquilamente entre la pequeña aldea, saludando a las personas y de ves en cuando deteniéndose para aconsejar a la gente sobre un pequeño malestar que tengan o darles un remedio o pócima para calmar los dolores.

-¡Muchas gracias joven Jacobs!- agradeció una anciana mientras se iba con su nieto en brazos quien ya comenzaba a sentirse mejor gracias a sus pócimas.

Karl no se catalogaba a si mismo un brujo o hechicero, siendo que mucha gente lo llamaba así. Si no que se sentía más como un investigador de nuevos hechizos, magia y leyendas de su propio mundo, agregándole también que es un viajero en el espacio tiempo, gracias a un libro encantado que su padre descubrió y que le heredó antes de morir.

En el libro, venían distintos hechizos, dialectos extintos que le tomó años estudiar y entender, pero sobre todo venían instrucciones específicas de como viajar entre dimensiones distintas a las de él, era como viajar en el tiempo.

Pero desafortunadamente para él y para todos, no puede viajar al pasado como creía.

Aunque eso no lo desanimó en lo absoluto, ya que podía seguir descubriendo nuevas cosas.

El castaño salió de la aldea adentrándose al bosque donde se hallaba su guarida "secreta", ya que la mayoría de las personas de su reino y los otros dos, conocían la ubicación de este. Pero eso no le preocupaba porque no cualquiera puede pasar la barrera mágica que puso alrededor de su guarida así evitando que las personas y seres míticos entren en el.

Al atravesar dicha barrera, se pudo divisar una pequeña choza cubierta de ramas y pequeñas flores.

Karl encendió unas velas y las acomodó alrededor de un símbolo para después abrir su libro y recitar unas palabras en un dialecto extinto.

Al mismo tiempo tomó una daga y con ella hizo un pequeño corte en su mano izquierda para colocarla en el símbolo y gritar.

-¡DIMENSIO!- y con ello el símbolo brilló.

Tanto era su brillo que Karl tuvo que cubrirse un poco, para después apreciar como el suelo formaba una especie de remolino violeta dando a entender que el portal estaba abierto.

El castaño tomó sus cosas y suspiró profundamente antes de lanzarse a ese pequeño remolino que poco después que entró este se cerró sin dejar rostro del símbolo anterior.

Sin embargo, la marca de sangre permaneció en el suelo donde anteriormente Karl había puesto su mano.
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-Tomemos un descanso- dijo Jimmy mientras le sonreía a sus amigos.

Todos suspiraron de cansancio ya que al fin podían descansar un poco después de 5 horas seguidas de grabación.

-No puedo creer que ya hayan salido 10 personas desde que iniciamos el reto- dijo Kris mientras se sentaba en una plataforma peculiar.

-Lo sé, esto tomará una eternidad- se quejó Nolan mientras se dejaba caer aún lado de su amigo.

Si se lo preguntan, ellos se se encuentran grabando el vídeo de las cien personas encerradas en un cubículo transparente para ganar dinero. Pero desafortunadamente para ellos, las personas eran tan aferradas y competitivas que les tomará días terminar el vídeo.

-Deben reconocer que el señor de 100 años está dando su máximo esfuerzo- habló Karl con una sonrisa tierna, que logro levantar el ánimo a sus amigos.