𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐮𝐧𝐨

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Roberto estaba en su hogar, había regresado a este después de ir a dejar a su hija Federica a la escuela

En esos momentos estaba en su habitación acostado en su cama esperando a que pasará el tiempo para ir a la práctica con la banda que tenía ese día, aunque en su mente había otros pensamientos, o más bien, ella estaba en sus pensamientos

Laura Domínguez fue su esposa por muchos años, ellos tenían problemas como toda pareja pero a ojos de Roberto, estos no eran mayores y siempre los arreglaban aunque nunca noto la manipulación de Laura para que hiciera lo que ella quería y le diera la razón

Pero hace más o menos 2 semanas y media se había divorciado de ella, aunque fue una decisión muy dura para el tuvo que hacerlo ya que el aún la amaba pero ella ya no sentía lo mismo y lo estaba dañando emocionalmente, y de una manera indirecta, también físicamente

Aún recordaba ese día como si fuese ayer, los recuerdos de esa discusión no lo dejaban en paz y siempre rondaban por su mente acabando con la tranquilidad momentánea que tenía pocas veces después de ella

Eran aproximadamente las 6 de la tarde, Fede se fue a su habitación al ver que sus padres estaban a punto de tener otra discusión y a ella no le gustaba verlos discutir y por lo mismo se fue lo más rápido que pudo de la cocina

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Eran aproximadamente las 6 de la tarde, Fede se fue a su habitación al ver que sus padres estaban a punto de tener otra discusión y a ella no le gustaba verlos discutir y por lo mismo se fue lo más rápido que pudo de la cocina

Justo cuando ella se había ido Laura fue la que empezó con aquella discusión con una mirada furiosa y su voz se hizo resonar en toda la mesa

-Roberto ya tomate las cosas enserio, date cuenta que no puedes críar así a nuestra hija, ¿no vez que la estas convirtiendo en una muchacha maleducada y sin vergüenza?- reprochó la mujer levantándose de su asiento pero permaneciendo en ese lugar viendo con indignación al que en ese momento era su esposo

-no Laura, eres tú la que tiene que entender que no tiene nada de malo que nuestra hija sea así, ella es como es y tenemos de respetarla y apoyarla, ya que ella no hace nada de malo- respondió el mayor repitiendo la acción de su esposa y poniendo las manos en la mesa sin hacer tanto ruido

-ya deja de victimizarte e intentar justificar tu negligencia, es más que obvio que tu eres el que está haciendo que nuestra hija sea como es dándole malos ejemplos y apoyando sus malos comportamientos- dijo la mujer poniendo una de sus manos en la mesa y con la otra señalo a su esposo

-Laura las cosas no son así,yo no soy el que se está victimizando porque es más que obvio que tu lo estas haciendo, porque nuestra hija no tiene la culpa de tener una madre tan IGNORANTE que no se da cuenta que no la puede manejar a su antojo porque ella no es una marioneta solo porqué sus ideales y prejuicios le dicen que así deben ser las cosas- puso su manos nuevamente en la mesa haciendo ruido y recalcando una palabra que podía describir a su esposa en esos momentos

-¿DISCULPA?, aquí el único IGNORANTE eres TU que no acepta que nuestra hija no puede ser criada como una CUALQUIERA que no sabe lo que es RESPETAR a los demás, ¿que crees que pensara la gente al ver que nuestra hija es una maleducada, irrespetuosa y respondona? Seríamos la burla de todos y nos verían como malos padres al no poder controlar ni educar bien a nuestra hija- repitió la acción de su esposo ya con un notable enojo, ella quería victimizarse y ganar la discusión simplemente porque así era como quería las cosas y pensaba que así iban a ser

𝐀𝐦𝐛𝐨𝐬 𝐄𝐬𝐭𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐑𝐨𝐭𝐨𝐬 ✧ 𝐓𝐚𝐯𝐞𝐦𝐮𝐬𝐬𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora