Dereck
Italia la bella Italia, hemos llegado luego de unos maravillosos días junto a mi principesa en Hawái donde realizamos nuestra unión de amor, unimos nuestros corazones y nuestras almas para siempre, ese día jamás lo olvidare quedara en mi mente por siempre, porque me case con el amor de mi vida, la mujer a quien verdaderamente amo con toda mi alma no concibo la vida sin ella, Alessandra se ha vuelto alguien indispensable en mi vida desde el primer momento que la vi en esa foto, mi vida ya no fue la misma solo deseaba tenerla cerca, besarla, acariciarla. Quisiera tenerla a mi lado para siempre, pero por ahora sé que es imposible y estoy haciendo todo lo posible para resolver todos los problemas que nos rodea.
Miro a mi principesa y está absolutamente dormida, apenas subió al avión se quedó profundamente dormida y me encanta verla dormir con tanta paz, la amo tanto no puedo dejar de pensar en ella. Desabrocho su cinturón de seguridad y comienzo a despertarla suavemente.
- Principesa despierta hemos llegado – le digo suavemente en el oído mientras acaricio su mejilla – Vamos preciosa es hora de despertar – le vuelvo a decir un poco más fuerte y comienza a despertar lentamente.
- Mmmm ... - murmura mientras abre sus hermosos ojos - ¿qué pasa? – pregunta un poco dormida.
- Llegamos principesa – le digo y noto que está un poco triste, sé muy bien cuál es la razón - ¿porque estas triste?
- Sabes muy bien, que tendremos que separarnos una vez que lleguemos a la mansión y mañana es la dichosa cena de ensayo. – dice agachando la cabeza.
- ¡Ey! – le digo levantando su mentón para verla a los ojos. – Haré todo lo posible por estar contigo, quiero que recuerdes que mi verdadera esposa y amor de mi vida eres tú, pase lo que pase recuerda que te amo solo a ti. – le digo y ella me mira confundida no debí decir eso.
- ¿Porque me estás diciendo eso?
- Lo digo, por Lizz sabes que hará cualquier cosa para molestarte ella está sospechando que tenemos algo, pero he tratado de distraerla. No debes preocuparte por nada muy pronto todo esto se solucionará y estaremos juntos ... te lo prometo – no debí prometer nada, porque ni siquiera yo sé cómo y cuándo se solucionará todo esto.
Luego de permanecer abrazados, por un buen rato bajamos del avión privado de Giovanni junto a mi principesa y mi equipo de seguridad, al llegar a sala de abordaje del aeropuerto veo a lo lejos a dos personas que nos hacen señas, Alessandra y yo nos miramos porque sabemos perfectamente quienes son los que nos están esperando ... Lizbeth y Antonio. Nos acercamos hasta donde están ellos para saludarlos.
- Mi príncipe por fin ha llegado – dice Lizz mientras se acerca a saludarme efusivamente, sé muy bien que solo lo hace para fastidiar Alessandra y lo ha logrado veo el rostro de Alessandra y puedo ver que está muy molesta.
- Hola Lizz ¿cómo has estado? –la saludo respondiendo el beso que me ha dado y de reojo veo como ese imbécil de Antonio se acercado a saludar a mi principesa.
- Te extrañe amor, por suerte ya estas acá.
- Hola, Antonio tanto tiempo – le digo saludando al imbécil que tiene a mi chica abrazada, puedo ver en su rostro que no se siente cómoda con él.
- Así es, hace mucho tiempo que no nos vemos. – me dice dándome un fuerte apretón de mano el cual respondo de la misma manera.
- Vamos Gabriel nos está esperando – nos dice Alessandra tratando de separarnos sabe muy bien que este tipo no me agrada.
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Diamantes de seducción.
RandomAlessandra Ricciardi es una hermosa joven, hija de un famoso joyero. Toda su vida ha sido completamente normal y perfecta, pero rodeada de mentiras. Pronto será el cumpleaños nº 21 de Alessandra el cual lo celebrara a lo grande, lo que no se imagina...