El amor es una efímera y absoluta felicidad que con honestidad y respeto se cultiva. Florece y embellece, llena un jardín de desencantos y lo reemplaza con eterna esperanza. Sus pétalos hacen el encanto, al coquetearle a su dueño.
Sin duda San Vale...
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♡ 14 de Febrero.
Pero qué día de mierda.
Despertó con el pie izquierdo, se cayó de la cama.
Amigo, empezó pésimo el día.
No contaré el cliché de la mala suerte que todos nos la sabemos, pero tengan en cuenta que le pasó. A Mitsuba Sousuke le pasó, y en San Valentín.
"Mesita, ¿qué tiene de especial qué día es el del libro este?"
Que despertó de todo menos amoroso.
Puto Valentín que tiene un día del amor y Sousuke sufre de todo menos de amor. Ni siquiera un mal de amores, que no está seguro si es mejor no tenerlo ese día o no, ahí me avisan por interno.
Pero Dios, ¡¿por qué él?!
¡De todos los seres humanos de la tierra! ¡¿Por qué él?!
¡Odia el amor, le da pereza la responsabilidad afectiva, pero justo en un día como ese se recuerda que solo tampoco está feliz!
Un golpe en su cara. Toma. Te falta novia y pensaste que no andarías rogando por tener una. Toma. Arisco pero sensible, perfecta combinación. Toma.
Ahora resulta que debe de presentarse a la escuela a felicitar a medio mundo lo que a él falta:
Pareja.
¡Hermoso! ¡Maravilloso! ¡Ama ser un repulsivo "buen corazón"!
Él también quiere un día, el cumpleaños no cuenta porque nadie se acuerda cuándo nació. Es hijo único y su madre se confunde con el de su primo. Él es él, egoísta como él solo, y ni siquiera recuerda en qué día nació.
Pero quiere un maldito día como Valentín.
—Dios... por qué.
Se adentró a la escuela cuya enorme pancarta terminando de pintarse decía en grande:
♡𝐒𝐚𝐧 𝐕𝐚𝐥𝐞𝐧𝐭𝐢𝐧𝐞♡
Valentín de mierda.
Y lo peor es que apenas ingresa a zancadas, se devuelve sobre sus pasos al notar que, efectivamente, su clase era la encargada de poner la pancarta.
