Obsesión (Sangwoo y tú)

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Instintivamente, algo me decía que si lo miraba ahora, iba a dar marcha a algo que no podría cambiar. 

Como una tortuga, intente hundir lo más posible mi cabeza, terminando por apoyarla en el pecho de Sangwoo, el cual subía y bajaba un poco agitado, seguramente por la sorpresa de mis anteriores palabras.

Sangwoo: T/n, mírame. -- Ordenó con una voz profunda, mientras dejaba de abrazarme y delicadamente tomaba mis hombros intentando alejarme de su pecho. 

T/n: No, no quiero, de verdad, solo déjame estar así un poco más, no quiero que expliques, no tienes que hacerlo, en serio, yo entiendo, no necesitas aclarar absolutamente nada. -- Dije rodeando su cintura con mis brazos fuertemente, totalmente reacia a soltarlo, pero no porque quisiera estar cerca de él, claro que no, era porque sentía que algo no andaba del todo bien, y esta vez no era yo, definitivamente.

Como el patán que es, debería de lucirse en este momento, pero, ¿por qué siento que el patán de repente se volvió un poco menos patán de la noche a la mañana, literalmente?

Sangwoo no dijo nada, lo que me puso más tensa todavía al imaginar que expresión estaría poniendo por mi desobediencia, tal vez esto era la calma antes de la tormenta, después de todo, este chico era una bomba de tiempo.

Pocos segundos más tarde, las manos de Sangwoo se posaron en mi espalda de forma suave y comenzaron a moverse de forma lenta, pero tocando todo lo que estaba a su disposición de arriba abajo por encima de la polera, alarmándome. 

Justo cuando sentí que sus manos iban a bajar hasta llegar a una parte en especial más abajo de mi caderas, me separe de él abruptamente, poniendo mis manos en sus brazos para detener lo que estaba haciendo. Lo miré sorprendida, sin poder explicarme cómo es que llegamos a esto.

'¿No estaba llorando hace apenas unos momentos atrás?, ¡¿qué es este giro de acontecimientos?!"

Pero apenas enfoque mi mirada en su rostro me congelé. Sus ojos estaban casi negros, sus pupilas se habían dilatado tanto que casi no se encontraba ese lindo color café que a tantas chicas probablemente le gustaba. 

T/n: ¿Sangwoo? ¿Q-qué pasa? -- Pregunté confundida, mientras intentaba encontrar en qué momento había cambiado tanto la situación.

'¿No será un chico con fetiches extraños o algo así, verdad?'

Sangwoo: ¿Dices que no te veo de la misma forma que a ella T/n? -- Habló sin despegar sus ojos de mí, mientras su mirada recorría mi cuerpo de arriba abajo de forma indiscreta, poniéndome los pelos de punta. -- Tienes razón, no te veo de la misma forma en absoluto, tú estás muy por encima de ella en todos los sentidos T/n, ¿lo entiendes? -- Dijo con la voz ronca, pasando su brazo alrededor de mi cintura, acercándome a él de forma brusca, sacándome un quejido de dolor al pasar a llevar mi tobillo. 

T/n: ¿N-no?, ¿p-por qué de repente...? -- Dije nerviosa poniendo mis manos en su pecho para mantener un poco la distancia que se hacía cada vez más corta.

Sangwoo: Tal vez debería demostrártelo, ¿no lo crees T/n? -- Dijo acercando su cara hasta estar a solo unos centímetros de mis labios, los cuales miraba como si fuera un depredador. 

T/n: N-no tienes que o-obligarte, Sangwoo, por favor, aléjate de mí. -- Dije aplicando más fuerza a mis brazos para no dejar que se acercara más. 

Sangwoo: ¿Obligarme?, realmente piensas así de mí... -- Dijo hablando más consigo mismo que conmigo. -- Tendré que hacerte entender entonces como pienso en realidad T/n. -- Susurró gravemente para luego pegar sus labios a los míos.

Fue tan repentino que ni siquiera me dio tiempo de esquivar el beso, del cual rápidamente me resistí una vez que Sangwoo intentó profundizarlo. 

Al ver mi obvia resistencia, Sangwoo se separó mirándome aún de forma suave, como si intentará persuadir a un gato para dejarse hacer cariño.