llegué al centro comercial, y subí hacía donde se encontraba mi puesto de maquillaje.
al llegar, todo mi maquillaje estaba destruido y revuelto por todos lados, las sillas, mesas y estantes estaban hechos un completo desastre.
Rápidamente salí del local para llamar a un policía y decirle lo que había pasado, al llegar con él policía, comenzó a echarme la culpa, toda la gente al rededor comenzó a decir que lo más seguro es que yo había hecho ese desastre.
sin entender muy bien porque se me acusaba a mí de haber hecho algo como eso, regresé a casa derrotado.
al otro día, en la madrugada, regresé a mi local para ver que maquillajes eran rescatables y ordenar un poco el desastre. Al agacharme por un objeto del suelo, comencé a ver como este aumenta y disminuía su tamaño por si solo, como si palpitara, era bastante extraño.
Me quedé en shock unos segundos hasta que escuché gritos provenientes del local de a lado, al asomarme, pude ver a la chica que era dueña del local gritar horrorizada al ver los objetos de su tienda "palpitar" y brincar por si solos por todo el local, destruyéndose en el proceso.
lo primero que pensé al ver eso es que muy seguramente eso había pasado en mi local, creí inocentemente que se me dejaría de acusar por la destrucción del local, pues ahora había una testigo de como es que los objetos se transformaban y movían de forma extraña.
Pero cuando un policía se acercó, lo primero que hizo al ver el local destruido y los objetos "palpitando" fue dirigirme una mala mirada.
confundido me metí a mi local y comencé a estresarme por el desastre que estaba ocurriendo, y para sumarle más a mi miseria, la chica de al lado comenzó a gritar que todo eso era mi culpa; todo el mundo de nuevo gritaba que eso lo había ocasionado yo.
No entendía nada de lo que estaba pasando y comencé a llorar del coraje, ella claramente había visto como los objetos se movieron por si solos, ¿por qué culparme a mí de eso?.
salí de mi local hecho una rabia y baje a la primera planta del centro comercial. Antes de llegar a la salida, me di la vuelta y comencé a gritarles a los demás que esto no era culpa mía, y que si planeaban arrestarme por algo que yo no había hecho, estaban muy equivocados.
al haber salido del centro comercial aún era de día y comencé a caminar por la acera. A pesar de que el centro comercial era bastante moderno y lujoso, por fuera las calles y el mercado que lo rodeaban eran un completo asco, calles sucias, paredes grises y locales viejos.
caminé rápido porque no quería ser una posible víctima de otro de los horrores de ese mercado: la delincuencia.
mientras caminaba, un chico más alto que yo, de piel clara pero tostada y con el cabello un poco largo, se me acercó con una mirada juguetona, incluso un poco malvada podría decir.
- ¿Cómo te llamas? - Dijo él, aún con su expresión divertida pero con voz gentil, mientras se inclinaba a mi lado para verme mejor mientras caminaba.
- Charlie - respondí cortante, no quería mantener ningún tipo de contacto con aquel desconocido, además de que de alguna extraña forma se había hecho de noche en cuestión de segundos.
- ¿y por qué no Sara? - me preguntó, en ese momento no me di cuenta de lo extraño que era que aquel joven supiera mi nombre real.
- porque no me gusta - continué con mi actitud cortante y distante mientras apresuraba el paso.
- ¿estás huyendo de la policía verdad? -
Éste joven que era de hacer muchas preguntas, pero no de responder, de alguna forma me conocía, y sabía bastante bien lo que acababa de pasar, incluso me hizo darme cuenta de que al haberme ido así del centro comercial me volvía de alguna forma un fugitivo de la ley.
