–Hoy la incertidumbre viaja en mi, a través de mis venas, en cada uno de mis palpitos–.
Eso dije mientras veía por la ventana; el hermoso cielo tormentoso, que me hacía recordar tanto a como se sentía mi corazón.–Estas tempestades me recuerdan, que a pesar, de el clima indispuesto, a lo lejos, se vislumbra un pequeño rayo de luz.– Decidido a beber un té con la esperanza de que estuviera envenenado, mis palabras sonaban muy hipócritas. –Ojalá pudiese tan solo olvidar mis problemas y seguir adelante.
–Vamos, que clase de problemas reales podría tener, solo se trata de un agridulce sentimiento.– A lo lejos escuché el rechinar de una silla, tan solo para recordar que me encuentro solo, y es la primera vez después de tanto tiempo, que detesto la soledad.
Pero, en el aire queda la duda, ¿Qué me hace sentirme así?; para eso habría que remontarnos al pasado, explicar todo en embrollo de situaciones de drama adolescente innecesario. Sólo diré que en resumen, esto es a causa de un chico.
–Siendo sincero, al inicio sí creí que realmente seríamos algo serio, no que solo fuéramos "amigos"; ¿Se puede ser amigos después de todo esto?.– Comencemos por decir, el no era perfecto, ni lo es, pero a mi me gustaba a pesar de todo. El problema real fue, que la atracción se volvió aprecio, el aprecio en cariño; y final e inevitablemente, el cariño se convirtió en amor. Pero solo de mi parte hacia él. –Aun me cuestiono en ocasiones, si es que yo hice algo mal, para que esto sucediera. En realidad estoy consciente que yo no me equivoqué, no al inicio...–