Era una mierda tener que esperar dentro del Camaro a que sonara la campana de entrada, pero era mas una mierda el tener que estar rodeado de ese montón de lameculos y mojabragas de allí fuera. Billy siempre había causado esa reacción en la gente, así era en Cali y así lo era más aún en Hawkins donde ya tenía un número de seguidores por así decirlo; se había convertido en alguien popular al principio sin tener que proponérselo, lo cual en el fondo le gusta, le gustaba que la gente le siguiera y tuviera que hacer lo que él desease. Aunque había días que simplemente no soportaba a esa gente que se hacían llamar "amigos", no lo eran, solamente eran sus lacayos que buscaban quedar bien a su lado frente al resto de miradas y por supuesto las chicas querían meterse en sus pantalones y fantasear con que podían cambiarle al menos al estar con ellas; simplemente todo era absurdo.
Con la única persona que podía mantener una conversación sin esperar que le sacaran algo con ello era con su hermanastra Maxine.
La pelirroja solo tenía 13 años, al principio le disgustó de sobremanera la intrusión de esta mocosa y de la madre de esta a su "familia"; había molestado todo el tiempo a la cría y desquitó más de una vez la frustración que sentía dedicando palabras crueles a la chiquilla. Sabía perfectamente que el abuso ocasional de su padre sobre él no justificaba el comportamiento que había tenido con la pequeña Max, pero las cosas cambiaron cuando se mudaron a Hawkins al darse cuenta de que realmente estaban solos y que el único apoyo real que tenían estaba en esa relación de hermanos que podrían construir, aunque nunca lo diría en voz alta.
No es que él hubiera querido hacer el papel de hermano mayor, pero la cosa fue surgiendo poco a poco de forma natural en aquellos meses desde que se mudaron y el cariño mutuo creció entre ellos, el poco afecto verdadero que Billy podría llegar a tener.
A veces cuando esperaban dentro del Camaro dejaba que la pequeñaja parloteara sobre sus trucos de skate o sobre lo que había hablado con sus amigos, él se limitaba a escuchar opinando más bien poco. Era una dinámica que funcionaba para ambos, ella quería ser escuchada y él tenía pocas ganas de hablar a esas horas de la mañana, era más que suficiente.
Esa mañana en particular los dos se encontraban en un silencio tranquilo mientras él fumaba el segundo cigarrillo de la mañana, apoyando el brazo en la ventanilla bajada del asiento del piloto y dejando caer la ceniza en el asfalto del parking. Pero llegó un momento en que esa aparente calma se rompió dando paso a lo que en parte Billy siempre esperaba cada mañana cuando llegaba pronto al estacionamiento.
Una furgoneta destartalada llegó al aparcamiento con "The Trooper" de Iron Maiden sonando a todo volumen, acompañado de las voces adicionales de los pasajeros del vehículo.
Eddie Munson
No era del grupo de los populares ni por asomo, tampoco un deportista o el tipo más brillante de la clase, pero todo el mundo sabía quién era. Más bien se podría decir que Eddie era un pésimo estudiante, un perdedor social...Un chico heavy que no encaja con nadie en este sucio agujero que era la secundaria Hawkins, pero que sin embargo hablaba con todos, quizás por el hecho de que a veces vendía ciertas sustancias al resto de estudiantes fuera de clases.
Pareciendo tan peligroso, no tanto como el propio Billy obviamente, pero luciendo aquella melena oscura y rizada, portando tantos anillos en sus dedos... y sin embargo era el líder de un grupito de inadaptados sociales que le seguían allá por donde fuera. De hecho le vio bajar de la furgoneta con un crío de la edad de Max que usaba una gorra sobre todos esos rizos castaños; acompañaba al mayor con la letra de la canción a pesar de que la radio ya estaba apagada. Pero los ojos de Billy se centraron más en mirar al heavy; alto, piel pálida, largo cabello oscuro y ondulado, pero más importante eran aquellos enormes ojos color chocolate y su estúpida sonrisa.
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Rock n' Roll Children
RomanceNunca pudieron despegar los ojos del otro y sin embargo jamás habían hablado antes. De como Billy Hargrove encuentra algo que merece verdaderamente la pena en Hawkins y como Eddie Munson encuentra algo a lo que merece la pena entregarse. Como ambos...