Diecisiete - Fisgones por herencia

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- ¿Que es? -Me acerqué a Snape.

Lo había visto urgar en una canasta y observar una y otra vez un frasco con un líquido amarillo.

Severus Snape me miró con desdén. Sus ojos negros y penetrantes se clavaron en mi, cuestionando mi presencia en su puerta. No puedo creer que haya tenido la audacia de dejar la puerta abierta con vista al pasillo.

- ¿Qué demonios haces aquí? - murmuró Snape con su voz fría y sarcástica, mientras se agachaba pa

- No me siento bien -Me adentré al salón.

- No tengo tiempo ni paciencia para lidiar con tus llantos y tus necesidades.

Sin embargo, la frialdad en su mirada se suavizó ligeramente, y un destello de compasión de asomó en su rostro.


- También venía a ver cómo estabas.... Después de haberme corrido de tu oficina -Se cruzó de brazos- Sabes que lo que menos quiero es molestarte.

Snape levantó una ceja con incredulidad mientras me observaba parada frente a él con los brazos cruzados. La irritación se apoderó de él, seguro y recuerda nuestra última interacción en su oficina.

- Vete de una vez y déjame en paz. -Murmuró con su típica voz.

Snape se dio la vuelta, dispuesto a alejarse de mi presencia. No tenía tiempo para sus juegos infantiles ni para sus intentos de ignorarme.

-Solo quiero una posion -Murmuré- Me sigo sintiendo mal después de ir con Pomfrey y se niega a atenderme

- Amália, ¿dolor y náuseas? - Snape repitió con un tono de desdén - ¿Acaso te crees que soy una especie de boticario de pueblo? No estoy aquí para satisfacer tus caprichos.

Rodé los ojos y observé cómo abría un maletero de madera.

- Supongo que esperas que yo solucione todos tus problemas ahora, ¿verdad? -Continuó

A regañadientes, Snape se acercó a mi y me examinó con una mirada crítica. Aunque el no lo admitiría en voz alta, yo no podía ignorar su sufrimiento.

- Muy bien, te daré una poción para el dolor y las náuseas - dijo Snape, sacando su varita y preparando rápidamente la poción. - Pero que quede claro, esto no significa que me importes en lo más mínimo. Solo estoy haciendo esto para evitar que te desmayes en mi puerta y cause un escándalo.

Sin más preámbulos, Snape me entregó la posion, sin mirarme directamente a los ojos. Aunque su actitud seguía siendo fría y distante, había un destello de preocupación oculto en su gesto.

- Ahora, toma esto y vete. No esperes que vuelva a ayudarte en mucho tiempo.

Sin decir nada más, salí del salón. Odiaba cuando se ponía a la defensiva, era tan irritante.

Camine por los pasillos, ya era algo tarde, y a lo lejos pude percibir a Harry sospechoso, escondiéndose entre las paredes mientras corría para después meterse al baño.

Me recargué en las paredes, los cuadros comenzaron a murmurar entre ellos, se pasaban de un cuadro a otro sin dejar de observarme

- Eres una O'Kelly ¿cierto? -preguntó una bruja elegante en un retrato

- Silencio -Ignoré al cuadro- Odio a los cuadros fisgones. -Susurré

Nunca me había involucrado con los cuadros, esos eran los que más llevaban y traían chismes


Dulce Amália | +18 - Draco, Mattheo & Tom Riddle.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora