3 años ya han pasado, desde que esta historia de amor se haya dado.
El tiempo es como el agua, corren inexorablemente y para los estudiantes en su exigente penúltimo semestre de bachillerato, la temporada más estresante de proyectos y exámenes había llegado.
Kanye era un chico de 17 años que no le gustaban estos trabajos y más cuando se trataba de trabajo en equipo, cosa a lo que muchos maestros recurrían, su personalidad tímida, solitaria y agregando su pelo oscuro semi largo que caía sobre su cara tapando parcialmente sus ojos ámbar, junto con su tez morena le daban un aspecto sombrío que no le era de ayuda a la hora de hacer amigos.
-Kanye, trabajarás con Zila -dijo la profesora de historia, sacando al antes mencionado de su burbuja protectora de la realidad.
-¿No podría hacerlo sólo? Sin ofender a nadie.
-No, es un proyecto en equipo.
-Pero...
-Sin peros -el timbre del receso se hizo notar al fondo- ahora salgan a desayunar.
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-¿Puedes creer eso? pienso que a esa maestra le caigo mal -protestaba el chico mientras comía su desayuno.
-Venga Kan-kan, es sólo un trabajo para la materia, no es como si te fueras a casar con esa persona.
Leia, una chica hermosa, comprensiva, amable y delicada como una rosa, de pelo oscuro largo y ojos de mar que hacían contraste con su tez clara, era la mejor amiga de Kanye, se habían conocido desde muy pequeños ya que eran vecinos y todos en el colegio se preguntaban cómo una belleza sin igual era amiga del tipo raro y misterioso de la escuela.
-No es eso, Leia, ni siquiera sé quién es mi equipo.
-¿Que la maestra no te dijo?
-Sí, pero no conozco a nadie de mi salón y tampoco es como que quiera conocerlos. Incluso me atrevo a decir que les caigo mal.
-Es muy pronto para decir eso, si te conocieran mejor verían que eres alguien asombroso. No deberías ser tan pesimista.
-"Pesimista" es mi segundo nombre.
-Y "terco" tu primer apellido.
Ambos guardaron silencio mientras disfrutaban su comida y observaban desde las escaleras a los demás alumnos jugando fútbol o riendo. De momento, una chica bonita de pelo castaño corto y ojos del mismo color, se les acercó con curiosidad.
-Disculpa -le dijo a Kanye con una mirada regia y oscura como la madera de nogal- ¿Tú eres Kanye,cierto?
-Sí...
-¡Soy Zila! Estoy contigo en el trabajo que dejó la profesora de historia, un gusto.
-Ah...sí,eso.
-¿Te parece si intercambiamos números y quedamos de acuerdo para reunirnos?
-Hmm, bueno.
Ambos tomaron el celular del otro, registraron sus números y sin más Zila se retiró diciendo que iba con sus amigos y luego le mandaría mensaje.
-Uy Kanye,tienes una belleza de compañera -dijo Leia- no sé cómo no la habías notado.
-Dudo que ella siquiera supiera quién soy yo
-No seas tan negativo, se ve amigable, es más, ¿quién sabe? Qué tal si terminan en una hermosa historia de amor.
-Ves demasiado anime, Leia.
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La habitación de Kanye era un reino completamente diferente al exterior, la llamaba su cueva porque siempre se la pasaba ahí al menos que fuera obligatorio salir, había peluches y juguetes de colección por todos lados, cosa que no coincidía mucho con su personalidad, misma razón por la cual nunca dejaba que entraran a su habitación.
