Hoy me siento muy feliz,
a pesar de no poderte ver,
a pesar de no poderte abrazar.
Ya pasaron doce meses
desde que vi tus dos ojos
por primera vez.
Ya pasaron
cuatro estaciones
desde que vi
tu brillante sonrisa
por primera vez.
Ya pasó un año
desde que te conocí
y créeme vida mía,
cada vez siento más por ti.
No tengo ni idea de cómo,
pero hiciste desaparecer
la oscuridad que había
en mi monótona vida,
me hiciste volver a verla
de colores nuevos,
sin pensarlo dos veces.
No sé cómo,
pero llenaste el vacío
que había en mi corazón
desde el primer día
que te encontré.
Cuando digo que me salvaste
es porque estaba encerrada
en el laberinto de mi mente
sin intención de salir.
Viendo todo lo que hemos vivido,
viendo todo lo que hemos sentido,
volvería a ti en las siguientes vidas,
sin pensarlo ni una sola vez.
Tomaría las mismas decisiones
si eso mismo me lleva a ti,
sin pensarlo una sola vez.
