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Con los ojos vendados, las manos atadas atras de su espalda para evitar cualquier oportunidad de tocarse, Ivan estaba sentado, completamente desnudo, con sus piernas abiertas y la espalda apoyada en el respaldo de la cama, dejando toda su estructural cuerpo a la vista, solo para Rodrigo.

Segun el mayor, Buhajeruk se habia portado mal, en su ausencia había hablado demasiado bonito y muy de cerca con Tomas.

Rodrigo los había encontrado justo antes de que sus labios pudieran tocarse.

Tenia que admitir que el chico era rápido, apenas lo habia dejado menos de una hora, dandole permiso para quedarse en el bar sin su compañia mientras el hacia otras cosas. Y apenas de un rato ya se encontraba sentado sobre aquel chico de cara bonita.

No eran novios, no tenian la intencion de serlo, pero en su extraña relacion de buen sexo eran una pareja, pero mas que nada, Ivan Buhajeruk  pertenecia unicamente a Rodrigo Carrera, y de nadie mas.

Habia arrastrado con furia a Ivan hacia el auto, y luego discutieron hasta llegar a casa, donde la frase de "te follare tan duro y tan bien que no querras ni imaginar estar con otras personas" marco al inico del desafio.

A lo que el pelinegro respondio un "Ni siquiera vas a escuchar un puto gemido salir de mi boca, porque cualquiera puede darme una buena follada, Rodrigo"

Asi que ahi estaban, ambos en el cuarto que siempre era testigo de todos sus encuentros.

Rodrigo caminaba de un lado del cuarto al otro, admirando al chico con ojos lujuriosos, mientras una mano tocaba su mentón, pensativo.

No podia resistirse al menor, menos si estaba tan a su merced, pero el castigo era la razon de eso, y estaba calculando friamente que hacer, sin querer caer en golpes, nalgadas o asfixiad, no era mucho de ese tipo de cosas.

El sexo duro le gustaba mas que eso.

El problema era que Ivan le gustaba que le den duro. Como Rodrigo lo hacia.

—¿En algun momento vas a empezar?—Pregunto el pelinegro con fastidio, se estaba cansando y comenzaba a sentir algo de frio, ya que la calefaccion estaba baja, la idea era que ellos calentarian el ambiente, asi que el cuarto siempre estaba bastante fresco hasta que ellos hacian lo suyo.

Rodrigo sonrio un poco, con gracias por la actitud del chico, siempre tan conteston y encantador a la vez.

Sin decir nada, se acerco a el, Ivan movio su cabeza en direccion al ruido de las sabanas mientras lo sentia avanzar. Sintio la mano de Rodrigo tomar su menton, alzando su rostro y juntando sus labios con fuerza, haciendole inevitable escapar de aquel humedo beso.

El mayor se apodero de su boca con violencia, recorriendolo completamente. Sintio la mano del castaño recorrer con la punta de sus dedos su muslo, yendo hacia la parte interna, haciendo que un escalofrio lo recorriera, conforme el otro subia por su piel para acariciar de la misma manera su miembro, aun dormido.

Rodrigo se separo de sus labios, escuchando la respiracion de Ivan por aquel beso.

—Voy a hacerte rogar para que empieze, honey.

Ivan quiso reir.

Sintio a Rodrigo alejarse de su rostro, pero volvio a sentir sus labios sobre su cuello, lamiendo y succionando su piel, mientras dus manos tocaban sus muslos peligrosamente cerca de su pene, pero nunca lo suficiente, yendose hacia su torso, hasta terminar en sus pezones, retociendose un poco, apretandolos entre sus dedos, mientras la boca de Rodrigo descendia hacia su miembro, dejando chupones por todo su pecho y torso.

Ivan comenzaba a agitsrse por tanto tacto, Rodrigo conocia nuy bien todos sus puntos debiles, pero mordio su labio con fuerza, para que sus jadeos no se escaparan.

honey; rodrivanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora