Los Simpson en Capilla del Monte.

Capitulo 1:La llegada a Capilla del Monte.

El sol brillaba en el cielo azul cuando el auto de los Simpson se acercaba a Capilla del Monte, un pequeño pueblo de Córdoba rodeado de montañas y vegetación. Los Simpson habían ganado un viaje a ese lugar en un concurso de la radio Jota FM, y estaban emocionados por pasar unas vacaciones diferentes.

-¡Mira, Homero! ¡Ya estamos llegando! -exclamó Marge, señalando el cartel que anunciaba el nombre del pueblo con un Alíen gigante encima.

-¡Oh, qué bien! -respondió Homero, bostezando-. Espero que haya un buen hotel con una buena cama y una buena comida.

-Homero, este viaje es una oportunidad para conocer una nueva cultura y una nueva historia. Capilla del Monte es famoso por sus misterios y sus leyendas. -dijo Marge, mostrándole un folleto turístico de la muni.

-Sí, sí, muy interesante. -dijo Homero, sin prestar atención-. Pero lo que más me interesa es el asado. Escuche que acá hacen el mejor asado del mundo.

-Papá, no podes ir a un lugar tan especial y solo pensar en comer. -intervino Lisa, desde el asiento trasero-. Capilla del Monte es un sitio lleno de energía y magia. Dicen que aquí se ven ovnis y que hay portales a otras dimensiones.

-¡Dah! Eso son boludeces. -dijo Homero, despectivo-. Lo único que hay aca son caballos y vacas.

-No seas tan escéptico, papá. -dijo Lisa-. Hay muchas evidencias de que aca pasan cosas flasheras. Mira, este folleto dice que hay un cerro llamado Uritorco, donde se supone que hay una antigua civilización extraterrestre.

-¿Una civilización extraterrestre? -repitió Bart, interesado-. ¿Y qué hacen? ¿vende porro? ¿abducen gente? ¿Les roban los órganos?

-No seas morboso, Bart. -lo regañó Marge-. Seguro que son seres piolas y sabios, que vinieron a enseñarnos cosas maravillosas.

-Sí, claro. Y yo soy Milei. -dijo Bart, sarcástico-. Vamos, Lisa. Admítelo. Esto es un joda. Este pueblo es un aburrimiento. No hay nada que hacer acá.

-Pues yo creo que es fascinante. -dijo Lisa-. Y estoy segura de que vamos a descubrir cosas increíbles.

-Bueno, veremos. -dijo Bart-. Pero yo no me haría ilusiones.

-El auto de los Simpson entró en el pueblo y se dirigió al hotel donde tenían reservada una habitación. Era un edificio con una fachada grande y acogedor, con una fachada de piedra y un cartel que decía "Hotel Montecassino". Los Simpson bajaron del auto y cargaron las maletas hasta la recepción.

-Hola, buenas tardes. -los saludó una mujer mayor con una sonrisa amable-. Bienvenidos al Hotel Montecassino. ¿Tienen  reserva?.

-Sí, somos los Simpson. -dijo Marge-. Ganamos un viaje a este lugar en un concurso de la radio Jota FM.

-Ah, sí. Los estaba esperando. -dijo la mujer-. Qué suerte tienen. Este es un lugar maravilloso para pasar unas vacaciones. Aquí se respira paz y armonía.

-Sí, eso parece. -dijo Marge, devolviéndole la sonrisa-. ¿Y vos cómo te llamas?

-Me llamo Estela. Soy la dueña del hotel. -dijo la mujer-. Y estoy encantada de tenerlos aca. Les voy a dar la mejor habitación que tengo. 

-Tiene una vista espectacular al cerro Uritorco. -continuó Estela-. Es el lugar más mágico de todo el pueblo. Dicen que  hay una puerta a otra dimensión, y que a veces se ven luces y sombras extrañas.

-¿Posta? -preguntó Lisa, emocionada-. ¿Y se puede visitar el cerro?

-Claro. Hay varias excursiones que salen todos los días desde la base de la Toma. -dijo Estela-. Yo misma les puedo conseguir unos uno si quieren.

-¡Sí, por favor! -dijo Lisa-. Me encantaría ir al cerro Uritorco.

-A mí también. -dijo Marge-. Parece un lugar muy interesante.

-A mí me chupa un huevo. -dijo Bart-. Mientras haya algo de diversión.

-A mí me da fiaca. -dijo Homero-. Lo único que quiero es ir a la habitación y echarme una siesta.

-Y yo quiero ir con mamá. -dijo Maggie, agarrando el brazo de Marge.

-Bueno, pues entonces vamos a la habitación. -dijo Marge-. Estela, ¿nos puede dar las llaves?

-Por supuesto. acá tienen. Es la habitación número 13. -dijo Estela, entregándoles unas llaves con un llavero en forma de platillo volador-. Espero que disfruten de su estancia. Y si necesitan algo, solo tienen que llamarme.

-Muchas gracias, Estela. -dijo Marge-. sos muy amable querida.

-No hay de qué. Es un placer tenerlos acá. -dijo Estela-. Y recuerden: Capilla del Monte es un lugar lleno de sorpresas. Nunca se sabe lo que puede pasar.

Los Simpson subieron las escaleras hasta su habitación, sin saber que lo que les esperaba era una aventura de terror sobrenatural...