BULLYING A UN OMEGA HOMBRE - EMILIACO (OMEGAVERSE)

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Emilio

Cerré la puerta del departamento de Joaquin. Le eche un vistazo y era un departamento pequeño, el aroma a rosas de Joaquin estaba por todas partes, mi alfa ronroneo gustoso al oler su esquisito aroma, abrí una puerta y era el baño así que abrí la segunda puerta y era la habitación de Joaquin. Entre y olía de manera asfixiante a rosas, claro pues era la habitación de Joaquin. Acosté a Joaquín en su cama y quite sus zapatos y lo cobije.

Emilio:lo mejor será que duermas un poco para que...p-para q-que - razque mi nuca y Joaquin me tomo del brazo tumbando me a su lado en la cama, se acostó sobre mi pecho y me abrazo, sonreí y lo abraze por la cintura contra mi pecho, bese su frente y le empeze a dar mimos - eres un bebé omega - el sonrió y beso mi mejilla - ahora cierra los ojos y descansa - Joaquin me obedeció y cerro los ojos acurrucándose en mi pecho lo cobije y bese su cabecita

Quería remediar mi error cuidando lo y protegiéndolo. Estaba muy arrepentido por haber abusado de el, le pediría perdón a Joaquín cuando estuviera en sus cinco sentidos.

...

Sentí algo picarme la nariz. La talle con mi mano, pero sentía que me seguía picando abrí los ojos y tenía la cabeza de Joaquin cerca de mi nariz, su cabello era el que me hacía cosquillas. No me había dado cuenta en qué momento me había quedado dormido, marque a Joaquín con mi aroma a vino y lo acosté lentamente en la cama para que no despertara, me levanté y empeze a husmear por el departamento de Joaquin en busca de supresores, aunque la doctora había dicho que Joaquin no necesitaba supresores yo sabía que si los necesitaba, entre al baño y busque en el botiquín detrás del espejo alguna caja de supresores, fue entonces cuando la ví y la tomé en mis manos, era una prueba de embarazo con dos rayitas pintadas, y cerré los ojos fuertemente ahora entendía porque Joaquin estaba actuando tan extraño, y porque usaba ropa tan suelta, Joaquin esperaba un cachorro. Un cachorro mío.

Camine así a la abitacion y Vi a Joaquín. Mi hermoso Omega durmiendo aún ronroneando por mi aroma inmpregnado en el, fue entonces que me acerque a el, y toque su pequeña pansita hinchada, su Omega ronroneo. Y mi alfa aulló orgulloso de su cachorro, fue entonces que tome una desision. Me iba a robar a Joaquín.

=Itzaserrano