The One

CAPÍTULO 15

El aire estaba impregnado de energía y emoción mientras los estudiantes de la Clase A se agrupaban en el campo de entrenamiento, todos vestidos con sus uniformes deportivos recién ajustados. El sol brillaba intensamente, y la anticipación llenaba el ambiente mientras esperaban las indicaciones de su profesor, Aizawa. Era un momento de camaradería y nerviosismo, donde todos estaban listos para mostrar sus habilidades y aprender algo nuevo.

Tn, con esa actitud despreocupada que lo caracterizaba, se recostó en una de las vallas, mirando a su alrededor con curiosidad. Su mirada se detuvo brevemente en Izumi, que parecía concentrada en algo. Sin poder resistir la tentación, levantó la mano, interrumpiendo el murmullo general.

-Oye, Aizawa -comenzó con su voz suave y seductora-, ¿All Might no vendrá hoy? Me encantaría verlo en acción.

Aizawa, con su habitual expresión cansada y desinteresada, respondió. -No puede. Tiene asuntos que atender.

Tn frunció el ceño ligeramente, sintiendo que había algo más detrás de la respuesta de Aizawa. La forma en que Izumi miraba hacia el suelo, con una expresión de preocupación, le hizo pensar que quizás sabía más de lo que dejaba entrever. Sin embargo, decidió no darle mucha importancia. Había cosas más interesantes en las que enfocarse.

Sus ojos se posaron en Jirou, que se encontraba en un grupo cercano, ajustando su equipo. Había algo en ella que lo intrigaba, y no era solo su habilidad con la música, sino también su personalidad única. Con una sonrisa encantadora, se acercó a ella, dejando atrás cualquier idea de la preocupación que había sentido por la ausencia de All Might.

-Hey, Jirou -dijo, inclinándose un poco hacia ella, su tono juguetón y seductor-. ¿Cómo te sientes hoy? ¿Lista para mostrarles a todos que la música no es lo único que puedes hacer?

Jirou se sonrojó, sorprendida por la atención que le prestaba. Era la primera vez que alguien se interesaba de esa manera en ella, y la forma en que Tn la miraba la hacía sentir especial. Era un cambio refrescante de la rutina habitual, donde a menudo se sentía invisible.

-Um, sí, creo que estoy lista... -respondió, sintiendo mariposas en el estómago, buscando las palabras adecuadas. Sin embargo, no pudo evitar sonreír ante el interés que Tn mostraba.

-Eso es lo que me gusta escuchar -continuó Tn, acercándose un poco más-. Siempre he pensado que los verdaderos talentos brillan en situaciones desafiantes. Tal vez deberíamos hacer un dúo algún día... tú con tu música y yo con... bueno, mis encantos.

Jirou sintió que su corazón se aceleraba. La forma en que Tn hablaba, con esa confianza inquebrantable, la hacía sentir como si estuviera en el centro de un escenario, bajo todas las luces. No podía creer que él estuviera coqueteando con ella.

-¿Un dúo? -repitió, un poco aturdida, pero emocionada a la vez. Era como si Tn hubiera encendido una chispa en ella, algo que nunca había sentido antes.

-Claro, ¿quién podría resistirse a una combinación tan espectacular? -Tn sonrió, dejando caer la frase con un toque de picardía. Aunque estaba disfrutando del momento con Jirou, también era consciente de que había muchas más chicas en su vida, cada una con un lugar especial en su cínico corazón, aunque él solo jugaba en ese momento.

El murmullo de la anticipación se disipó cuando Aizawa se puso de pie, su mirada fija en sus estudiantes. Con un tono grave, comenzó a hablar, capturando la atención de todos.

-Escuchen, hoy les presento a una heroína muy especial, Trece. Ella será la encargada de guiarlos en esta práctica.

Las palabras de Aizawa resonaron en el aire, y la curiosidad llenó a los estudiantes mientras observaban la figura de Trece acercarse. Vestida con un traje tipo astronauta que se ceñía a su figura, con detalles en blanco y negro que le daban un aspecto futurista, Trece exudaba confianza y determinación. No había capa ni adornos innecesarios, solo un diseño funcional que reflejaba su compromiso con la lucha contra el crimen.