Una Razón Para Luchar ( Continuación De "Después De Ti")

Capítulo 1 : Mi hermana.

- ¿se puede saber por qué estabas tan distraído allá adentro? - preguntó Sam a su colega.

- Lo siento Sam, es solo que - suspiró.

- ¿Qué pasa Nop? Sabes que era una cirugía sumamente arriesgada y tú estabas en las nubes.

- Lo sé, y me disculpo - agachó su mirada.

Sam se acercó a la puerta para ponerle seguro.

- ¿Es algo personal? Si es así sabes que puedes contarme, claro si quieres, no solo somos colegas, también eres uno de mis mejores amigos, y me preocupas.

- Debo contarte algo que me está comiendo la cabeza Sam - miró a su amiga quien decidió guardar silencio para que continuara - ¿Recuerdas que te conté que papá vivió con una mujer hace muchos años?

- Si, lo recuerdo, la mujer a quien veías como a una madre, que desapareció así sin más - contestó recordando una de tantas charlas con su amigo.

- Bueno pues, papá la encontró - Sam se sorprendió.

- ¿Cómo? -

- Cuando viajó a Inglaterra hace un mes, la encontró en un hospital - Sam quiso preguntar pero decidió esperar a que terminara - ¿Recuerdas tambien que te dije que tengo una hermana? Bueno, hermanastra.

- Si, la pequeña que desapareció con tu madre.

- Si, pues al parecer el padre de mi hermana se enteró de dónde estaban y vino por ellas, se las llevó a la fuerza y nunca más supimos de ellas.

- ¿Pero por qué no trato de comunicarse con Aon? ¿por qué no le explicó lo que estaba pasando? - algo no le cuadraba.

- Porque ese hombre las mantuvo encerradas por muchos años, cuando lograron escapar de él, ya no supieron cómo contactar a mi padre - tomó un poco de aire - cuando mi padre la encontró fue a buscar a ese animal, pero no pudo localizarlo, y sin pensarlo, las trajo de nuevo.

- ¿Y crees que fue buena idea? digo, han pasado tantos años -

- Papá no ha dejado de amarla, y esa pequeña era como su hija, y para mí, es mi hermana.

- Entonces deberías estar feliz Nop, recuperaste a tu madre y a tu hermana.

- Si, pero no sé por cuánto tiempo - dijo abriendo una carpeta que llevaba.

Sacó unas hojas y se las dió a Sam.

Ella las tomó y comenzó a revisarlas.

- es una tomografía - dijo más para si misma - es bellísimo - susurró observando la imagen frente a ella - ¿A quien le pertenece?

- Es de mi hermana - Sam lo miró enseguida.

- Nop...

- Si, lo sé, se que es enorme - es por eso que estoy preocupado.

- ¿No han funcionado las quimioterapias? - cuestionó.

- Ese es el problema, ha decidido no iniciar con el proceso, ha dicho que no se va a someter a ningún tipo de tratamiento o cirugía.

- ¿es broma no? Si ella no lo hace en seis meses o quizás menos podría morir Nop.

- Lo sé, es por eso que decidí acudir a ti - a Sam no le gustaba hacia donde iba todo.

- ¿De que hablas? -

- Quiero que seas tú quien lleve su caso, que la convenzas de que debe iniciar su tratamiento, convencele de que viva Sam.

- No, no lo haré Nop.

- Vamos Sam, eres mi amiga, y eres la mejor neurocirujana que conozco - trató de convencerla.

- Por eso mismo no puedo Nop ¿Qué pasa si algo sale mal? Me odiarás, y no quiero eso, no quiero perderte - se puso nerviosa.

- No, no lo haré Sam, solo te pido que la ayudes, creo en ti, mi padre también lo hace, y si algo sale mal, por lo menos sabré que intente ayudarla, no pude cuidar de ella por muchos años Sam, quiero hacerlo ahora - estaba al borde del llanto - por favor Sam, eres en la única persona en la que podría confiar la vida de mi hermanita.

- ¿Cómo se llama tu hermana? - Preguntó.

- Su nombre es Mon - respondió.

- ¿Mon? - su nombre hizo eco en su cabeza - Está bien, llevaré el caso de Mon.

- ¡Dios gracias Sam! En serio gracias - dijo esto y salió del consultorio.

Sam revisó de nuevo la tomografía, sin darse cuenta pasó su mano por los datos del paciente, como no los había visto antes, era tan impresionante la vista de un tumor que ni siquiera prestó atención a otra cosa.

- Mon - susurró acariciando la tomografía.