📅 UN MES DESPUÉS
📅 FINALES DE ENERO
Últimamente tengo una sensación bastante extraña. Cuando estoy en la calle, me siento observada como si hubiera alguien ahí fuera que me estuviera vigilando. He pensado que a lo mejor es porque estoy obsesionada conque mi madre o Hugo, o incluso su madre, sean ellos lo que lo hacen. No sé nada de ninguno desde hace tiempo, algo que me alivia, pero que a la vez me tiene en tensión, pues no sé si alguno de ellos será capaz de hacer algo más.
No he querido decírselo a Juancho porque creo que se pondría aún más protector de lo que está conmigo, y quiero seguir disfrutando de la relación que poco a poco vamos creando los dos, y dejar por ahora, un poco de lado mis dramas.
El Real Madrid juega hoy contra el Barcelona. Va a ser un partidazo. Y aquí estoy yo, junto a Andrea y mis suegros dispuesta a animar como loca a Juancho.
- Ya salen.
Andrea coge su bufanda y la alza cuando el himno del Real Madrid resuena en los altavoces. Los jugadores van saliendo uno a uno y los van presentando. Cuando escucho el nombre de Juancho, yo también me pongo a aplaudir hasta que me duelen las manos. Él se va hacia el banquillo y antes de quitarse la sudadera alza sus ojos buscándome. Nuestras miradas se cruzan al instante y una pequeña sonrisa se forma en sus labios mientras nos miramos.
El partido comienza segundos después. En la cancha y en el público se nota la rivalidad Madrid-Barcelona, pues las canastas de nuestro equipo son muy aplaudidas y las de los catalanes, silbadas y gritadas.
- Oye, Andrea, ¿Por qué nunca viene Mario a ver partidos de tu hermano? -le pregunto porque siempre es ella la que viene a ver a Juancho, a veces con sus padres, y otra sola, pero nunca con su marido.
- Por la rivalidad Madrid-Atlético. Estaría feo que él estuviera aquí en el campo animando al equipo rival. Por muy cuñado que sea de Juancho. De hecho, dejo de subir fotos a Instagram con mi hermano porque los atléticos lo criticaban -lo que ella me cuenta me deja un poco sorprendida, pues desconocía hasta que punto puede llegar la rivalidad de los equipos.
- Pero es que eso es una gilipollez. Él y Juancho son familia. A veces las rivalidades son una tontería -le contesto, aún siendo yo algo inexperta en este tema.
- Lo son. Pero es lo que hay.
Presto toda mi atención al juego y me meto tanto en el partido que hasta me enfado con las decisiones arbitrales. Juancho está jugando realmente bien. Lleva tres triples, pero el equipo contrario le contesta de igual manera. Al descanso, ganamos de tres puntos y me temo que la segunda parte va a ser igual.
- Vamos a por algo de beber –nos dicen los padres de Juancho poniéndose en pie- ¿queréis algo?
Andrea y yo le pedimos un par de aquarius y una bolsa de patatas para mi. La gente se levanta de sus asientos para ir a la zona de restauración y prepararse para la segunda parte.
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OVERTIME
FanfictionJuancho Hernán-Gomez vuelve a casa después de su paso por la NBA. Lleno de sueños e ilusiones, afronta la temporada con su nuevo equipo dispuesto a demostrar lo que no pudo hacer en tierras americanas. Natalia está cansada de disimular que todo está...