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Todo se definía allí; sobre mi cama desecha, con mis compañeras de habitación también sobre ella, una manta sobre mis hombros y bolsas negras bajo mis ojos.
Doy click a la página, aquella que definiría mi futuro. La rueda de cargar tarda por lo menos 2 minutos antes de abrir una pestaña nueva en el ordenador.

"Por medio de la presente para nosotros es un placer informarle..."

Dejo de leer para empezar a saltar y gritar, tirando el ordenador a un sofá cercano. Mis amigas imitan mis acto mientras yo no puedo creerlo.
Ya estaba echo, tantos años estudiantado, quemando mis pestañas y sobreviviendo a base de cigarrillos y café habían válido la pena. Me graduaba de la Universidad.

— No puedo creerlo, no puedo creerlo

Corro de un lado a otro por la habitación hasta que caigo al suelo en un fuerte golpe.

— Mis padres deben saber esto.

Digo en voz alta hacia mis amigas para luego sentarme rápidamente y mirar la hora. El sigue dormido, estoy segura.

— Debo decirle a Bryan.

Salgo de un salto por la puerta principal de UMK —Mi fraternidad— Para correr hacia las residencias estudiantiles masculinas. Se que no puedo entrar sin un pase de visitante así que me muevo atrás del edificio y subo por las escaleras anti incendios.

— !Hola Henry¡ —Saludo animadamente al pájaro que vive hace casi 3 años en la corniza de la ventana de aquí.

Para mi buena suerte está entre abierta por lo que solo la abro por completo y me meto en la habitación.
La estancia a mi alrededor parece un hospital a causa del orden y la limpieza; Los libros apilados alfabéticamente, ropa planchada y guardada en sus respectivos cajones y ni una sola pelusa en la alforma. Nada parecido a mi habitación en UMK.

Sonrio al ver el cuerpo respirando pasivamente sobre la cama. Ladeo la cabeza en un acto reflejo cuando pienso, no se que clase de relación llevábamos Ryan y yo, aveces somos cariñosos y otras odiosos. Genuinamente así me parece mejor, no me gusta en lo absoluto y yo por supuesto no soy su tipo, así que en secreto lo llamo como mi mejor amigo aunque bien se que eso a el no le gusta, más bien soy su conocida favorita. Y así se queda.

— ¡¡¡BRYAAAN!!!

Mi grito es suficiente para levantarlo de golpe, se sienta en la cama y me mira con cara de pocos amigos mientras regula su respiración, y yo trato de no reirme.

— ¿Que carajos pasa contigo? Casi me da un ataque

En este punto ya no me puedo controlar y estallo en una risa fuerte ya que el suena igual que un viejo de 50. Y no de los atractivos.

— Levantate que tengo noticias, vamos por un cafe.

No digo nada más y salgo por la ventana a su espera. Una vez afuera prendo un cigarrillo y lo término justo antes de que el salga por la misma.

—Ya veo por qué no tardaste nada.

Miro bajo su rostro y lleva la misma pijama con la que lo vi hace unos instantes, sumándole un suéter abierto y unas Converse gastadas.
El remueve mi cabello y baja primero que yo por la escalera anti incendios.

—No me digas. Ya te vas a Marte de una vez por todas

—Que cómico. No es nada de eso —Sonrió satisfecha y camino dando pequeños saltos hacia la cafetería de la Universidad.

Tras tomar dos Lattes y sentarnos en el suelo al lado de la salida tomó aire y lo miro.

—Bueno, Sherlock ¿ya vas a decirme de que se trata todo esto?

Trato HechoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora