No regresó a casa hasta dos días después, fue a clases en la mañana riendo en cierto momento cuando su intachable maestro comenzó a dar la clase.
-El tema de hoy es... - aquella corta pausa le puso las mejillas coloradas solo de recordar lo que habían hecho y lo que habían dicho al respecto -Les explicaré rápidamente algo aquí y luego, iremos al laboratorio para que practiquen.
Agradeció bastante que las luces hayan estado apagadas y que lo único que iluminaba a medias fuera el proyector con la diapositiva de la clase.
Miró al alfa con una expresión graciosa en su rostro, conteniendo su risa y este, solo tuve que desviar su mirada al suelo aguantando las ganas de reírse junto a él.
Regresó a casa por la tarde, encontrando el característico silencio en aquella enorme mansión, fue a la cocina encontrando a sus empleados que al verlo soltaron un suspiro en alivio y le contaron los preocupados qué habían estado sus padres, sin evitar mencionar por igual, los furiosos que estuvieron.
Antes de cenar, subió a su habitación, se duchó muy bien tratando de quitarse el olor de Bin de encima -lo regañarían más si lo sentían- y como sabía que el alfa no le hacía una marca temporal, ni nada por el estilo, era más fácil quitarse ese olor. El gel de baño lo reemplazaba perfectamente y un poco de colonia.
Bajó a cenar al igual que cuando entró, en soledad y frío en sus espaldas. Se sentó en el enorme comedor en completo silencio, comenzó a comer más confiado que meses atrás, después de tanto, con sacrificio y mucho esfuerzo soltó sus malos hábitos alimenticios.
¿Gracias a quién? Gracias a Bin, sus cuidados y atención recibidos. El alfa no fue tonto, sabía que Dong Min sufría de bulimia y en varias ocasiones, lo había escuchado vomitar en su baño. Así que consultó con un especialista y llevándolo con el profesional, comenzó a tratarlo.
Recordó lo duro que fue al principio y como se negaba a comer ya que la culpa siempre estaba ahí, pero el alfa con paciencia -qué hasta ahora no sabe de donde sacó- lo ayudó y motivó.
Ahora podía comer con hambre hasta llenarse e irse a acostar tranquilo sin tener tantas recaídas.
El resonante sonido de los tacones de su madre lo sacaron de sus pensamientos, la mujer era seguida por su esposo mientras conversaban tranquilamente, pero al verle sentado en el comedor todo dio un giro inesperado.
-¡Dong Min!- el pelinegro dejó lo que le faltaba por comer, si sus padres comenzaban a decirle de cosas era bastante claro que el apetito se iría.
-Yo me retiro, pueden comer en paz.
-¿Dónde estabas?- preguntó Min Ho con la mirada llena de ira, frustración, no sabía que hacer.
-He regresado, es lo que importa ¿No?
-Dong Min, nos tenías preocupados. No puedes seguir saliendo así por así, tienes que avisarnos- habló SunMi viendo a su hijo con ojos lastimeros, frustrada al igual que su esposo.
-Si debería, pero no lo hago porque al final me regañarán o papá me golpeará. En fin, iré a dormir- se giró y no dio ni dos pasos cuando su padre lo había tomado de las muñecas obligandolo a quedarse.
-Tenemos que hablar, Dong Min- dijo el alfa serio -No puedes seguir así, tú dependes de nosotros y tienes que decirnos todo.
-Y si quisiera irme de casa, ¿Qué? ¿Vas a detenerme?- contra atacó.
-No puedes hacer nada sin nosotros, ¿Crees que podrás vivir así? No sabes nada del mundo- nuevamente, Min Ho estaba cometiendo un error.
-No sé nada, porque jamás me dejaron verlo tal cual es- respondió con frialdad -Pero al menos sé que los hombres que dicen ser amorosos con sus familias, son unos perros sin corazón que no les importa pisotear a esa misma familia solo para sentirse superior.
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My Sweet Baby |❦︎| Binwoo
Fanfic"-¿Prometes quedarte conmigo para siempre? -Lo haré, ya no dejaré que te vayas. -Serás mi amo siempre y yo tu fiel sumiso..." Personalidades muy contrarias, problemas y trastornos a punto de enfrentar. Un camino preparado y un "te amo" en la punt...