Secret Letter

Capítulo 4

Capítulo 4

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Daren 

Querido amigo misterioso.

Sabes, no creo que sea ridículo decir «Hola», es la forma más común de saludar a alguien nuevo. Creo que hubiera sido demasiado formal si pusieras algo como «Buenos días» y respondiendo a lo que escribiste, tu carta llegó a una chica, posiblemente ya lo leíste en mi carta, aunque de igual forma lo vuelvo a mencionar (siento que sería grosero no responder a todo).

Creo que te alegrará saber que no vivo del otro lado del mundo y que hablo el mismo idioma que tú. 

Por cierto ¿Sabías que las cartas tardan tres días en llegar desde Seattle hasta Atlanta? Y antes de que te asustes, sabía que eres de Atlanta porque el sobre lo dice. 

Lo de la vida horrible es muy poco acertado, tengo una buena vida, aunque hay momentos malos, la mayoría son buenos y felices. Soy algo solitaria fuera de casa, pero soy feliz. 

Y sí, hago esto para pasar el rato (en realidad fue insistencia de mi mejor amiga). Si te soy sincera, yo tampoco sabía que poner en la primera carta, pero creo que puedo contarte cualquier cosa que suceda, esa es la finalidad de Secret Letter ¿No?

Trataré de enviar las cartas lo más pronto posible y, por cierto, lindo nombre y lindo color de ojos, Daren.

Los míos son azules, algo extraño porque mis padres tenían ojos café y gris, quizás algún antepasado tenía ojos azules y por eso yo los tengo de este modo, pero sigue siendo extraño ver sus fotos y darme cuenta de que solo comparto el color de cabello de mi padre y la fisonomía de mi madre.

¿Tú a quien te pareces?

n. w

Terminar de leer su segunda carta solo me dejo con más curiosidad de conocerla, tiene razón al decir que "Hola" es la forma más común de saludar a alguien que no conoces. Es de Seattle, no está tan lejos de mí. Me siento un poco tonto al no haberme dado cuenta del detalle de la ubicación en el sobre, aunque a la vez me reconforta saber que no tiene una mala vida, tenemos en común el hecho de haber entrado a Secret Letter por sugerencia de alguien cercano a nosotros. 

Será divertido saber sobre la vida de otra persona a través de cartas sin conocerla realmente o, mejor dicho, sin conocerla en persona, esa es una gran ventaja, podría contarle cualquier cosa sin sentir vergüenza porque no la tendría frente a mí. 

Uno de los últimos párrafos me hizo sonrojar levemente, jamás me habían dicho que tengo lindos ojos, ni que tengo un lindo nombre. Además ¿Ojos azules? ¿Qué sigue? ¿Cabello pelirrojo?

Sí es así, juro que la nombraré la chica más guapa que he conocido hasta el momento.  

— ¿Qué estás haciendo? —la voz de Arien me sacó de mis pensamientos.  

Quité mi mirada de la carta para verlo sentado junto a mí en la cafetería de la universidad. 

— ¿Cuándo llegaste? —pregunté frunciendo el ceño. 

— Hace unos segundos, estabas muy entretenido leyendo ese papel. 

— Si sabes que estoy leyendo este papel —lo levanté un poco— ¿Por qué preguntas que hago? 

— Porque quizás estás leyendo, quizás estás estudiando o quizás simplemente eres un amante del papel y estás admirando las microscópicas moléculas del papel.