Cada mañana y cada noche me obligo a pensar que eso fue mentira. Que jamás pasó. Porque muchas veces eso es más fácil que aceptar la realidad. La ansiedad consume toda mi energía y yo solo lo acepto. El shock fue tan cruel que no me permitió hablar por una semana. Me convertí en una persona que no soy y sé que esto ha marcado un antes y un después.
¿Aún duele? Por supuesto. Las lágrimas no se han ido por completo, no me puedo mentir aunque así lo haga ante los demás. Muchas veces me he reprochado de manera inconsciente. Me digo que yo pude haber hecho algo, cuando es obvio que no. Jamás hubiera podido.
También pensé que debía superar esto, pero ahora me doy cuenta de que no, jamás lo superaré porque no se trata de superarlo. Se trata de entender que es algo con lo que debo vivir porque la vida tiene procesos y debemos tomar enseñanzas hasta de las peores situaciones.
No tenemos el poder de cambiar daños irreparables, pero si tenemos el poder de que todas las decisiones que tomemos sean las mejores.
Estoy creciendo internamente y desarrollando sentimientos y emociones que se pueden convertir en un caos si no logro controlarlos, pero al mismo tiempo estoy creciendo como persona y no pienso quedarme con lo malo, quiero quedarme con lo bueno que me enseñaste.
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El diario de una desconocida
General FictionTodos somos desconocidos y tenemos historias que queremos contar. Cada individuo es interesante a su manera mientras navega en algo conocido como: la vida. En lugar de guardarlo en un baúl donde se pierdará... ¿Por qué no mostrárselo a un montón de...