En la gran capital, Lima, el fiscal Julio Mosqueira era considerado un impecable defensor de la justicia.Su firmeza en la sala del tribunal y su gran dedicación, lo había convertido en un gran héroe ante los ojos de lo demás. Él era un hombre alto e intimidante, vivía en una de las zonas más exclusivas de Lima, con sus tres hijos y esposa, tenía dos niñas y un niño al cual apreciaba mas por ser su unico hijo varón; llevaba casado 15 años, todos lo consideraban el hombre perfecto; sin embargo detrás de su impecable fachada, Mosqueira era un hombre violento, en varias ocasiones había agredido a la madre de sus hijos, pero los problemas no acababan ahí, Mosqueira estaba implicado en una organización dedicada a la trata de personas.