Querido Consorte Eterno

Capítulo 14: Se levantan

Nota del autor: Todavía me duele la cabeza por la caída. Supongo que viene con la edad.

El reposo en cama está lejos de ser divertido, pero me ha dado tiempo para ponerme al día con mis historias de Elden Ring.

Pronto cambiaremos la alineación nuevamente; Julio siempre fue pensado como una especie de mes de recuperación.

Con mi decimoquinto aniversario en este sitio finalmente aquí, me encuentro reflexionando sobre las pequeñas cosas de la vida. Lo que alguna vez fue un pasatiempo perezoso para mí y algunos amigos realmente creció y evolucionó con el tiempo. Hay días en los que miro atrás, a los últimos quince años aquí, y me pregunto si alguien se acordará de mí; si tuve un impacto, a pesar de nunca ganar un solo centavo con ninguna de estas historias. Algunos días fueron más felices que otros, y algunas historias disfruté demasiado escribiendo; hasta el punto de que me quedaba despierto toda la noche trabajando en ellos.

Y, por supuesto, hay momentos en los que miro hacia el futuro y me pregunto qué será de las cosas cuando yo ya no esté.

Por supuesto, trato de no insistir demasiado en esto último; Todavía estoy vivo y sigo escribiendo. En un mundo ideal, me gustaría seguir haciéndolo tanto tiempo como pueda. Pero la vejez me está alcanzando y estos días el mundo está lleno de tanta locura y muerte. Incluso antes de eso, muchos amigos y compañeros escritores que una vez conocí ya no están. ¿ Seguiré aquí dentro de veinte años? ¿Diez? ¿Cinco? Es un pensamiento escalofriante. Pero por ahora sigo aquí, sigo escribiendo.

Esta vez no hay preguntas; ¡No hay tiempo para ellos~!

Muy bien, creo que te he hecho esperar más que suficiente. Dicho esto allá vamos.

Como siempre, ¡no tengo referencias, citas, temas o memes! Son meros homenajes.

Ni un ingenio ni uno. Son simplemente tributos a leyendas mucho mayores que yo.

Y finalmente, una advertencia. Spoilers. No hace falta decirlo, supongo.

"Es traición, entonces...

~?

Se levantan

"¡¿Qué es esta locura?!"

"No es ninguna locura", replicó Ranni. "Hay un traidor entre nosotros".

Malenia golpeó la mesa con el puño. Las copas saltaron ante el repentino asalto, el vino chapoteando traicioneramente dentro de sus profundidades doradas. Necesitó todo lo que tenía, cada fibra de su ser, para no saltar por encima y estrangular a los que estaban al otro lado. Fue tentador. Muy tentador. Habían insultado su honor, sus principios fundamentales, todo lo que ella representaba, y lo habían hecho con esa misma sonrisa insoportable. Era enloquecedor... no, la enojaba a ella, sin fin.

Allí estaban sentados alrededor de una gran mesa circular: ella, Radahn, Rykard y, por supuesto, Ranni. Fue este último quien la enfureció tanto.

"Hablas de traición", forzó las palabras con los dientes apretados, "¿Aún no me das nombres? ¿Es esto un juego para ti?"

"Paz, prima." Radahn levantó una gran mano para bloquearla. "Estoy seguro de que Ranni no quiso indignarte tanto-

"¡Ciertamente lo hizo!"

-Pero aquí somos aliados, todos nosotros. -continuó manteniendo la viva imagen de la calma-. No hay necesidad de gritar.

Malenia controló su temperamento y se obligó a mantener la calma. Le picaba el brazo derecho. Ella lo rascó sin descanso. Cosa infernal. ¿Cuál fue el objetivo de esta reunión? Ella nunca había sido del tipo paciente, no para este tipo de cosas. Ese era el fuerte de Miquella. Él era el inteligente. El intrigante. El estratega. Ella sólo quería proteger a sus seres queridos y aniquilar a cualquiera que se atreviera a hacerles daño. En ese sentido, Radahn le parecía bastante tolerable, aunque sólo fuera porque compartía su forma de pensar. Rykard un poco menos, pero ¿Ranni?