𝐋𝐀 𝐄𝐗-𝐄𝐒𝐏𝐎𝐒𝐀 𝐃𝐄 𝐉𝐔𝐍𝐆𝐊𝐎𝐎𝐊

𝟐.|¿𝐘 𝐒𝐈 𝐄𝐋 𝐒𝐄𝐗𝐎 𝐅𝐔𝐄𝐑𝐀 𝐋𝐀 𝐕𝐄𝐍𝐆𝐀𝐍𝐙𝐀?

◤SOL-AH

Al día siguiente, decidí empezar a empacar mis cosas de la oficina antes de que Jungkook realmente cumpliera su amenaza de despedirme. Mientras metía algunos papeles en mi bolso, saqué mi teléfono para ver si mi amigo me había escrito sobre el plan de esa noche. Necesitaba distraerme, escapar de todo esto por unas horas, pero lo único que encontré fueron notificaciones de Instagram. Comentarios sobre Jungkook, sobre mí. La gente no podía dejar de hablar basura. Suspiré, resignada, y deslicé el dedo hacia arriba para leer algunos de los comentarios.

"¿Es estúpida o qué? Si yo fuera la exesposa de alguien en esa empresa, ya me habría ido."

"Se ve fea en las fotos de las noticias. En persona debe de ser peor, ¿no creen?"

"Necesita cirugía plástica urgentemente. ¿Y cómo se atreve a usar ropa deportiva en el trabajo? Patético y vergonzoso."

Cada palabra me perforaba como pequeñas agujas, haciéndome sentir vulnerable en un lugar donde solía sentirme segura. Hice clic en el botón de bloqueo, deseando poder bloquear también los pensamientos en mi cabeza. Dejé el teléfono en el escritorio y me quedé mirando el vacío, desconectada de la realidad por unos momentos, intentando no caer en el abismo de esas críticas despiadadas.

Mis pensamientos fueron interrumpidos por una voz familiar que me llegó desde la puerta, fría y sin emoción.

⸺Aún tienes que recoger tus cosas de mi casa. No las quiero ahí. Si no lo haces pronto, las tiraré ⸺dijo Jungkook, apoyado en el marco de la puerta, con los brazos cruzados sobre el pecho como si le importara menos que nada.

Levanté la mirada, tratando de no mostrar el impacto que su presencia seguía teniendo en mí, aunque por dentro me destrozaba.

⸺Todas esas cosas me las compraste tú. No necesito nada que me recuerde a ti ⸺le respondí con voz firme, aunque sentía un nudo en la garganta.

Lo observé mientras se humedecía los labios, un gesto que antes me parecía seductor, pero que ahora me provocaba repulsión. Bajó los brazos y los metió en los bolsillos de su traje, acercándose un poco más. Se inclinó ligeramente hacia mí, con la cabeza a la altura de la mía. Podía sentir su mirada recorrer mi rostro, como si estuviera buscando alguna señal de debilidad.

Antes de que pudiera decir algo más, mi teléfono vibró sobre el escritorio. Ambos lo miramos al mismo tiempo. Su mirada se oscureció al instante.

⸺¿Tienes chicos que te escriben? ⸺preguntó, su tono lleno de desdén⸺. ¿Saben que eres pésima en la cama?

Sentí un calor de ira subiendo por mi cuerpo, pero mantuve mi compostura. No iba a dejar que sus comentarios me destrozaran.

⸺¿Y tú? ¿Tienes chicas persiguiéndote? ⸺respondí, mirándolo directamente a los ojos⸺. ¿Saben que me engañaste?

Su sonrisa desapareció, sustituida por una expresión fría y calculadora. Podía ver cómo apretaba la mandíbula, como si estuviera reprimiendo una explosión interna.

⸺Arruina mi nombre y me aseguraré de que pases por un infierno del que no podrás escapar —dijo entre dientes, la amenaza flotando en el aire como una nube oscura.

Lo miré fijamente, sin pestañear.

⸺Ya salí de ese infierno ⸺respondí con calma⸺. Divorciarme de ti fue la única salida, pero no te preocupes. Mantendré la boca cerrada, no diré nada sobre ti... ni a tu futura esposa. Solo espero que la trates mejor de lo que me trataste a mí.

Tomé mi teléfono y mi chaqueta con movimientos tranquilos pero decididos. No le di tiempo para responder. Simplemente me giré y salí de la pequeña oficina sin mirar atrás, sintiendo su mirada clavada en mi espalda. Cada paso que daba se sentía como una pequeña victoria. Aunque por dentro seguía rota, al menos por ese momento, había ganado algo de poder sobre la situación.