Capítulo 11

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Bella

Ella tenía el cabello negro como el carbón, y los ojos tan azules y profundos como el mar, ella era dulce y carismática, y su voz tan suave como una canción de cuna. Ella me tenía entre sus brazos y corría, corría con mucha desesperación, yo no sabía por qué pero no me gustaba nada, saltaba entre sus brazos y eso me inquietaba, mi estómago rugió con fuerzas y se lo dije, pero mis palabras nunca salieron de mis labios, en cambio salió el llanto de un bebé.

Ella seguía corriendo, esto parecía una película de terror una como en las de mi vida pasada, con la diferencia de que esa joven y yo éramos las víctimas.

-¡Pronto me pertenecerás monstruo, tú y tu madre asquerosa!

Esa voz sonó en mi cabeza, me dio un miedo terrible y sin proponérmelo acabé llorando de miedo. Ella me consoló. Ahora entendía por qué estaba con ella era mi madre y yo era una recién nacida apenas. ¿Pero por qué nos perseguían? Esa voz me había llamado abominación y a mi madre le dijo asquerosa. De repente ella detuvo su apresurada carrera y entró en un lugar precioso, parecía  un castillo de cuentos de hadas. Ella se fue haciendo más y más grande, entonces entendí que me estaba abandonando en ese  precioso lugar que extrañamente se me hacía muy conocido. Mi madre sonrió con nostalgia, entre lágrimas y pequeñas sonrisas me arropó entre las mantas y me dejó en la puerta de esa elegante mansión con un pequeño sobre donde pude leer a la perfección:

“ Para mi querida hermana de parte de Megara”.

-Cuídate mucho, hija mía. No dejes que ellos te encuentren…

Besó mi frente con ternura y mi llanto se calmó, miré fijamente y por última vez los ojos de esa mujer tan azules y oscuros como el oscuro océano.
Se alejó, se alejó con la misma velocidad con la que antes corría.

-¡NO,NO ME DEJES, NO ME DEJES POR FAVOR!

Pero nuevamente en vez de salir mi voz solo se escuchó mi llanto.

-¡Ahhhhh!

¿Por qué siempre tengo estos sueños extraños? Esto fue demasiado real, no puede ser en mi vida pasada, mis anteriores padres tenían los ojos oscuros al igual que yo. Desperté y estaba en la enfermería, creo que puedo recordar por qué, había ranas en mi cuarto, menudo asco.

Siempre me pregunté por qué me pasaban a mi tantos sucesos extraños, todo había comenzado desde que Black me tiró al agua ese día donde obtuve una cola de sirena.

-¡Bella has despertado qué alegría!

Lily casi me apachurra de no ser por Sev que también sonreía en mi dirección.

-Menudo susto nos diste Bell, ¿pero cómo puedes desmayarte con ranas? En las clases de pociones utilizamos mucho de ellas, y nunca te he visto gritar como una histérica.

-Bella a veces eres un poco dramática eh, mira que montar semejante espectáculo por unas ranitas.

-¡Hey fue horrible! No me culpen por tenerle asco, repulsión, miedo hiag, son asquerosas.

-Te entiendo, pero no puedes negar que un poco dramática sí eres.

Volvió a insistir mi pelirroja amiga.

-Vale, es verdad un poco dramática sí soy.

-¿Solo un poco?

Comenzó a bromear Sevi para hacerme reír un poco.

-Vale, vale, soy muy dramática, extremadamente dramática. ¿Contentos?

-Mucho.

Contestaron ambos chicos al mismo tiempo.

Reencarné en una sirenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora